Dos familias de la zona oeste de Paraná encontraron una respuesta positiva en la Justicia. El autor de los homicidios de sus seres queridos pasará un buen tiempo tras las rejas a pesar de que era menor cuando cometió los asesinatos.
Irá 13 años a la cárcel por matar a dos jóvenes cuando era menor
Ayer, el juez Penal de Niños y Adolescentes de Paraná, Pablo Barbirotto, resolvió condenar al joven K.A.P. a la pena de 13 años de prisión de cumplimiento efectivo por los homicidios de Enzo González y Eduardo Kantartsian y otros nueve delitos más.
El imputado, que cometió los hechos siendo menor de 18 años, fue acusado de los homicidios de Enzo González y Eduardo Kantartsian, ocurridos entre junio de 2014 y octubre de 2015 en la zona oeste de Paraná. Habiéndose cumplido los requisitos exigidos por la Ley Nº 22.278 (que el menor haya sido declarado previamente autor responsable de un ilícito; que haya cumplido los 18 años de edad y que haya transcurrido un año como mínimo de tratamiento tutelar), se dictó la resolución integrativa de sentencia, previa audiencia en la que participaron los fiscales, Sandra Terreno y Franco Bongiovanni, y el imputado y Susana Carnero (como defensa y representante del Ministerio Público Pupilar).
En dicha audiencia los fiscales solicitaron que se aplique al encausado la pena de 13 años de prisión, que había sido previamente acordada en una audiencia de procedimiento abreviado. Los acusadores tuvieron en cuenta que de acuerdo a los hechos atribuidos y las reglas del concurso de delitos, la escala penal aplicable a un menor de edad iba de los cinco años y cuatro meses a los 25 años de prisión. Por su parte, la defensa no negó la necesidad de aplicar una pena de prisión efectiva, pero solicitó que se disminuya en un tercio, propiciando entonces una condena de nueve años de cárcel.
El fallo del juez Barbirotto realiza un pormenorizado análisis sobre la necesidad de la sanción, en base a las disposiciones de la normativa penal juvenil, articulada con los preceptos constitucionales que rigen para todas las personas y los Tratados y Convenciones Internacionales (y especialmente las denominadas Directrices de Riad y Reglas de Beijin); demás de la jurisprudencia local y de la Corte Suprema Justicia de la Nación.
Se recordó que por disposición del artículo 13 de la Ley Nº 9.861, de Protección Integral de los Derechos del Niño, Adolescente y la Familia, ningún medio de comunicación, público o privado, podrá difundir o publicar información o imágenes que identifiquen o puedan dar lugar a la identificación del imputado (nombres, apodos, direcciones, mención de sus familiares, etc.)
Los crímenes
Kantartsian murió un domingo al mediodía. Fue el 1º de junio de 2014, cuando el joven de 20 años iba a bordo del carro junto a su pareja, Paola, y sus hijos de 1 año y medio y 2 años, por calle Los Jacarandáes. De repente, tres adolescentes de 15 y 16 años que estaban escondidos salieron por atrás del carro, uno de ellos sacó un arma de fuego y disparó a la cabeza de Eduardo. Uno de los acusados fue el condenado ayer.
El otro homicidio sucedió hace nueve meses, en el barrio Gaucho Rivero. Enzo Hernán González, de 18 años, fue acribillado a balazos en un episodio traicionero: minutos antes había estado junto a unos amigos en una vivienda y luego salieron a la calle. Como si lo hubieran llevado para entregarlo a la muerte, el condenado acusado, a corta distancia, le efectuó varios disparos, de los cuales cinco impactaron en la víctima. El suceso ocurrió al filo de la medianoche del lunes 6 de octubre de 2015, en el fondo de un pasillo del barrio.
Una pena alta que la bajaron en Casación
La condena más alta a un menor se la habían aplicado al autor del crimen de Cristian Ríos, el niño de Bajada Grande de Paraná, que fue hallado sin vida después de estar desaparecido.
La primera condena que recibió el autor fue de 14 años, pero en Casación la bajaron a 12 años de prisión.
Cristian Ríos fue encontrado sin vida por su perrita el 21 de mayo de 2012. Estaba enterrado bajo la arena en un monte del barrio Bajada Grande.
Según se pudo reconstruir por fuentes judiciales, el día anterior el niño salió a comprar caramelos en horas de la siesta, cuando fue interceptado por el joven que hoy está condenado, que lo llevó hacia un descampado donde lo violó, después lo mató y escondió el cuerpo.