Una noche de violencia tiñó de sangre el barrio La Floresta, en Paraná. Un joven de 22 años murió por puñaladas en la espalda que le asestaron en medio de una discusión en la cual habría sido ajeno. Ayer velaban los restos de Laureano Bonda en medio de expresiones de profundo dolor de familiares, amigos y vecinos. Seis personas fueron detenidas y están a disposición de la Fiscalía.
Imputarán a los seis detenidos por el homicidio del joven en La Floresta
Este miércoles el fiscal Ramírez Montrull los citará e imputará del delito de Homicidio. La víctima Laureano Bonda, de 22 años murió tras recibir varias puñaladas por la espalda cuando intentaba evitar una pelea de pareja.
19 de julio 2017 · 06:00hs
El joven de 22 años, era padre de una beba de 10 meses y daba clases de fútbol a los chicos del barrio San Martín.
Según informaron fuentes policiales a UNO, poco antes de la medianoche del lunes Laureano Bonda estaba en su casa ubicada en calle El Resero y Clark, cuando escuchó los gritos en la vereda. Al salir, encontró a su cuñado (novio de su hermana) discutiendo con otra joven, la expareja, quien a su vez estaba con la hermana menor de edad. La chica le reclamaba algo respecto de los tres hijos que tienen en común, específicamente porque no los iba a ver.
Al escuchar los gritos, la familia de la vivienda le pidió al muchacho que se retirara para evitar discusiones en el lugar. El cuñado se fue y su ex lo perseguía con insultos, al tiempo que le dijo a su hermana: "Andá a buscar a papá y los otros".
A los pocos minutos llegaron en un auto rojo seis personas, integrantes de una familia de apellido Ortega. Salió Laureano y les explicó que su cuñado ya se había ido. La adolescente les dijo a sus familiares "este nos faltó el respeto". Fue suficiente para que uno de los visitantes atacara por atrás al joven y le provocara varias heridas en la espalda y un brazo, dos de las cuales fueron mortales. Luego se dieron a la fuga.
Bonda fue trasladado, primero al centro de salud Ramón Carrillo, desde donde luego lo derivaron de urgencia al hospital San Martín. Pese a los esfuerzos realizados por el personal de la Guardia, el joven falleció minutos después de ingresar.
Tras la denuncia, llegó al lugar personal policial de la comisaría quinta y luego los fiscales Juan Francisco Ramírez Montrull y Patricia Yedro, quienes dieron intervención inmediata al personal de la División Homicidios de la Dirección Investigaciones. A su vez, en el lugar trabajaron efectivos de Criminalística, que levantaron rastros en la escena del asesinato.
Los investigadores entrevistaron a varias personas, entre ellas testigos presenciales y otros circunstanciales al hecho, que luego fueron citados a la sede del Ministerio Público Fiscal para declarar formalmente sobre lo que observaron antes, durante o después del hecho. Se trata de tres testigos presenciales que relataron el desarrollo del violento episodio.
En principio, según se indicó a UNO, se pudo reconstruir el episodio bajo la principal hipótesis de que Bonda salió a disuadir una discusión en la que no era protagonista, y recibió el ataque irracional por parte de uno de los que llegaron a la puerta de su casa, aunque resta determinar qué participación tuvieron en el hecho los demás.
En base a la información recabada, se ordenó la detención de seis personas: la mencionada chica menor de edad, tres hermanos, el padre y el tío, todos mayores. Tres de ellos fueron detenidos en allanamientos realizados por la Policía y los otros tres se presentaron espontáneamente en la Fiscalía. La adolescente fue luego liberada pero quedó a disposición de la causa, en tanto que el resto permanece alojado en la Alcaidía de Tribunales.
Hoy en horas del mediodía el fiscal Ramírez Montrull los citará y les imputará el delito de Homicidio. También tendrán la oportunidad de declarar y brindar su versión de los hechos. Luego quedará por establecer el rol que tuvo cada uno en el hecho. Se sabe que uno fue el autor material del asesinato, pero a los otros les podría caber algún tipo de participación y por lo tanto una condena.
La autopsia realizada por el médico forense en la morgue judicial de Oro Verde confirmó que la víctima falleció como consecuencia de las heridas de arma blanca que le afectaron órganos vitales.
El joven de 22 años, era padre de una beba de 10 meses y daba clases de fútbol a los chicos del barrio San Martín.