En la audiencia de remisión a juicio de la causa por el asesinato de Nahiara Cristo quedaron planteadas las tres posturas que se confrontarán en el debate. La Fiscalía acusará a Miguel Cristo por el infierno sufrido por su hija 2 años, y a su expareja Yanina Lescano por no actuar para impedir la muerte de la niña, por lo que pedirá la prisión perpetua para ambos.
En el juicio por el asesinato de Nahiara, el padre culpará a su pareja por los golpes
La defensa del hombre sostendrá su inocencia y acusará a la mujer por los golpes, quemaduras y desnutrición padecidas por la víctima. La defensa de Lescano señalará que el rol de madre sustituta es solo indicado por la acusación pública, pero no está demostrado, afirmará que ella era víctima de violencia de género por parte de Cristo, lo cual sumado a su estado de gravidez no podría haber salvado a la niña.
La jueza Marina Barbagelata hizo lugar al pedido de los fiscales Juan Malvasio y Santiago Brugo de remitir la causa a juicio. Estos afirmaron que Nahiara fue víctima de maltrato por parte de Cristo, desde agosto de 2018 hasta el día de su muerte, el 7 de febrero. Ese día, el hombre, de 28 años llevó a su hija desnutrida y muy golpeada al hospital San Roque, donde falleció. Unas horas después, Lescano dio a luz a su hijo por cesárea en el mismo nosocomio.
La autopsia realizada sobre el cuerpo de la víctima estableció que la muerte sobrevino producto de un falla multiorgánica por desnutrición y deshidratamiento. La niña presentaba además golpes, quemaduras con cigarrillos y agua caliente. También tenía marcas compatibles con ataduras en las extremidades y fracturas de vieja data en las piernas y rostro. Su madre había muerto un tiempo atrás y quedó a cargo de su padre.
Al hombre le imputan la coautoría del Homicidio calificado por el vínculo, ensañamiento y alevosía. A la mujer le endilgan el mismo delito en calidad de coautora por omisión: la Fiscalía considera que Lescano no hizo nada para evitar la muerte de la niña “teniendo la posibilidad y el deber de hacerlo en virtud de la posición de garante en la que se encontraba en función de la convivencia y su rol de madre sustituta a partir de que la víctima comenzó a vivir en su domicilio del barrio Paraná III –calle Juez Aguilar Torres e Intendente Blanda– junto a ellos”.
El defensor de Cristo, Daniel Antico, pidió el sobreseimiento “por considerar que no ha sido autor de los hechos que se le imputan”, y fundamentó: “Aquí los roles fueron inversos, es decir que Cristo no fue autor material de los hechos que se le endilgan, por el contrario, su concubina al haber permanecido la mayor parte del tiempo junto a la niña y sus hijos fue la que estaba en situación de poder realizar estos malos tratos”, afirmó.
Por su parte, el defensor de Lescano, Patricio Cozzi, reclamó que la mujer sea sobreseída en lugar de ser enviada a juicio. El letrado afirmó que no existió la “posición de garante” de Lescano respecto de Nahiara, que imputa la Fiscalía. “La posición de garante surgiría por el rol de madre sustituta. En un punto es incomprensible. Yo me pregunto ¿quién impone el rol de madre sustituta? ¿El día que mi asistida conoció a la hija de Cristo ya tenía ese rol? Una mujer con un embarazo de riesgo e hijos a cargo, en un contexto de violencia de género ¿tiene que asumir ese rol’ ¿Por qué? El Estado se lo impone en la imputación. No hay fundamentación legal, hay un rol impuesto por los fiscales. Si no lo quiere asumir, lo siguen imponiendo pero la tratan como una mala madre”, cuestionó Cozzi.
Además, el defensor afirmó que hay pruebas en el legajo que indican que Lescano intentó ayudar a la niña, como una vecina dijo que la mujer le pedía a gritos que la lleve con su padre porque la veía muy mal, y su hija más chica le dijo a profesionales del Copnaf que su madre le pedía a Cristo que la llevara al hospital y el hombre no quería.
La jueza rechazó los planteos de los defensores (lo cual fundamentó) y consideró que es necesario dilucidar cada planteo en un debate. Luego, se definió cuáles evidencias serán valoradas en el juicio.