Uno de ellos fue identificado en Paraná y será imputado por la Fiscalía. Se trata de un empleado de comercio que era el nexo entre los delincuentes y los compradores. En la búsqueda de elementos sustraídos en un domicilio días atrás, observaron que un celular estaba siendo ofrecido en Facebook a la venta.
El personal de la División Robos y Hurtos de la Policía lo citó para una transacción y así lo descubrieron. Tenía consigo y en su vivienda varios teléfonos de los que no pudo acreditar su legal tenencia. La pesquisa comenzó tras una denuncia radicada por una joven, luego de que delincuentes ingresaron a robar en un departamento mientras los estudiantes que viven allí estaban durmiendo. Se llevaron dos celulares y una computadora muy cara.
La víctima vio que ofrecían un celular en una página de Facebook y dio aviso a la Policía. Además, se pudo observar que el vendedor se ofrecía también para comprar celulares con banda negativa (bloqueados) y constataron que se trataba de un perfil falso ya que las publicaciones que realizaba evidenciaba que era utilizado solamente para esta actividad.
De este modo, con el ardid de hacerse pasar por clientes interesados en el aparato, el oferente accedió a encontrarse con los clientes. En ese instante, el personal policial se identificó como tal y le solicitaron algún documento que acreditara la titularidad del celular, pero el joven dijo que lo había comprado en la calle y que desconocía a quién pertenecía. Se comunicó esta circunstancia al fiscal de Atención Primaria quien autorizó el secuestro del celular LG Spirit, como así también de otros celulares que el sospechoso tenía en su poder: dos marca Motorola y otro Samsung J1. Por esto, la Justicia autorizó el allanamiento de su domicilio, en el barrio 31 viviendas, donde había más celulares: un Alcatel One Touch, dos Nokia, un Samsung J1, un One Touch blindado y un Microsoft.
El muchacho de 29 años fue identificado y quedó supeditado a la causa. Este mercado ilegal genera que muchos estén "a la pesca" del robo de celulares, ya que saben bien dónde canjearlos por dinero o, como se ha observado en varias causas, por droga. Un ejemplo de esto se observó ayer en la zona norte de Paraná, donde personal de la comisaría octava intervino en dos robos cometidos por el mismo adolescente. En horas de la madrugada fueron dos menores de 17 y 15 años los arrestados por intentar ingresar a robar a una vivienda de calle Manuel Leiva.
Los trasladaron a la División Minoridad y luego recuperaron la libertad, a cargo de sus padres. En horas de la tarde, según informó la Policía, el mismo adolescente de 17 años sustrajo un teléfono celular del interior de una camioneta estacionada en calle Güemes. Los uniformados lo localizaron a pocas cuadras y le hallaron el teléfono en su poder. Luego fue trasladado nuevamente a la División Minoridad. Otra circunstancia similar se registró en inmediaciones del barrio Tiro Federal, donde una mujer sufrió el arrebato de su celular.
Fue en horas de la tarde de ayer, cuando la División 911 recibió la denuncia de la víctima de 36 años, quien caminaba por calles Sudamérica y Churruarín, donde fue sorprendida por un adolescente de 16 años que le sustrajo el teléfono. Los uniformados del hecho, rápidamente se abocaron a la búsqueda del autor y lo detuvieron a pocas cuadras.