Un juicio por narcotráfico con impacto nacional y hasta posibles conflictos diplomáticos entre Argentina y Estados Unidos, tiene en el centro de la escena a un paranaense que está imputado por estafar a familias con casas del IAPV. Ramón Ceferino Mendoza era espía de la ex-SIDE y fue procesado por oficiar de intermediario entre proveedores de droga y otro agente de la Secretaría de Inteligencia del Estado, Julio César Pose, para realizar un transporte de 44 kilos de cocaína desde Salta a Buenos Aires, y entregar la droga y los narcos a la DEA, la agencia estadounidense de “control de drogas”.
El exespía que "gestionaba" casas del IAPV, clave en la causa narco de "La Morsa"
El impacto político de este juicio sucedió la semana pasada tras una nota del diario Clarín, cuando se ventiló que Pose era apodado “La Morsa”, alias que le habían endilgado al exjefe de Gabinete, Aníbal Fernández, previo a las elecciones de 2015. Además, se revela la actuación ilegal de la DEA en territorio argentino, en actuaciones por encima de las autoridades nacionales.
Mendoza ha sido la punta del ovillo que le permitió a la Justicia llegar a descubrir la trama de narcos, espías y agentes norteamericanos. Según surge del expediente y tal como ha planteado el fiscal Marcelo Colombo, el paranaense que además era integrante del Ejército, fue nexo entre Pose y los narcos en Salta. Pose iba a cobrar dinero por entregarle los narcos y la droga a la DEA (de hecho lo hizo en al llegar a Capital Federal); Mendoza recibió la promesa de volver a ser un agente inorgánico de la SIDE. Como no le cumplieron, según surge del expediente, envió notas a la Embajada de Estados Unidos y a la Secretaría de Inteligencia reclamando su parte de aquel “Operativo Flor de Acero”.
Así comenzó esta historia que derivó en la inmediata detención de Mendoza, en 2004, quien estuvo más de un año alojado en una unidad penitenciaria federal. No obstante, será absuelto en esta causa porque el fiscal consideró que participó del hecho delictivo que se investigó. El juicio se desarrolla en el Tribunal Oral Federal N° 1 de Buenos Aires, Ricardo Basílico, José Michilini y Adrián Grünberg, quienes sí deberán resolver sobre el pedido de condena para Pose.
El exespía también habría actuado junto a otro oscuro personaje paranaense: el abogado Juan Carlos Legascue, también exagente inorgánico de la SIDE, que participó en la operación que desvió la investigación del atentado a la AMIA.
Falso gestor
Mientras tanto, Mendoza quedó desocupado pero incursionó en otras actividades delictivas, menos impactantes pero que perjudicaron a familias que soñaban con llegar a la casa propia.
Se informó a UNO que hace menos de un mes, el hombre fue indagado por el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull por el delito de Estafa. Le imputan dos hechos en los cuales les cobró a dos familias 40.000 y 30.000 pesos, en 2018, con el ardid de “gestionar” a través de sus contactos en el Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda el otorgamiento de casas o acelerar los trámites para que pudieran acceder a un techo. Su defensor es el abogado Javier Aiani.
En enero del año pasado, en el marco de la investigación de la División Delitos Económicos de la Policía, se allanaron domicilios de los sospechosos en los barrio El Morro y Pancho Ramírez, una vivienda del calle Los Ceibos y en el Departamento Villaguay, donde se secuestró documentación de interés, computadoras, armas de fuego y dinero.
Cuando se conoció públicamente el caso, el entonces titular del IAPV, Marcelo Casaretto (actual diputado nacional) aclaró que no existe ningún mecanismo paralelo para la entrega de viviendas y expresó su intención de llevar presos a los responsables.
Finalmente, en la causa quedó implicado solamente Mendoza, quien ya era conocido en la Justicia por otros hechos similares. Unos años atrás también lo habían imputado por estafar a personas con el mismo cuento de tramitar la adjudicación de viviendas construidas por el Estado provincial, por lo cual le habían dado la probation. Ahora ya no puede pedir de nuevo el beneficio, por lo que no tiene otra opción que ir a juicio. Previamente hubo instancias de mediación con las víctimas, pero no llegaron a ningún acuerdo.
Las partes estarían dialogando para arribar a un acuerdo de juicio abreviado, en el cual Mendoza confesaría ser un estafador y aceptaría cumplir una pena de prisión condicional.