Se despierta Puerto Sánchez con un conflicto insospechado: una vecina que alquiló un espacio a un grupo de personas que instalaron un bar; denunciaron la falta de cumplimiento de lo convenido y el malestar que causa en vecinos del barrio el movimiento que generan en calle El Pescador y alrededores las actividades del espacio comercial-cultural. La responsable del negocio había denunciado amenazas. En tanto, desde la Fiscalía se informó que buscarán abordar el conflicto mediante una conciliación judicial.
El conflicto por bar de Puerto Sánchez iría a conciliación
Tal como publicó UNO, los responsables del emprendimiento gastronómico denominado Parientes del Bar denunciaron haber sufrido destrozos en las instalaciones ubicadas entre la calle y el río, y haber sido amenazados por quienes pretenden que se vayan.
La cuestión de la propiedad del lugar es bastante confusa. En resumen, según pudo averiguar UNO, durante la gestión del exintendente Julio Solanas les otorgaron a cada frentista de calle El Pescador un permiso para poder instalar del otro lado del asfalto y sobre la costa, un puesto para vender empanadas de pescado o lo que fuera y así sumar unos pesos más al bolsillo.
Una de las frentistas es Gloria Almada, quien junto a su esposo instalaron un puesto con maderas. Por razones de salud no pudieron seguir sosteniendo el lugar. Hace aproximadamente dos años, una mujer alquiló el espacio, contrato mediante (por unos 6.000 pesos al mes), y así comenzó a funcionar el comercio Parientes del Bar. Sus responsables obtuvieron en ese momento la habilitación municipal correspondiente.
Hace un par de semanas comenzó el cortocircuito, a partir del trámite que están realizando los responsables del bar para obtener la renovación del permiso de la Municipalidad para seguir funcionando. Esto provocó malestar en la familia Almada, quienes no ocultaron el enojo con los dueños del bar.
El fin de semana, en diálogo con UNO, la responsable del bar Constanza Cullen dijo que fue amenazada por la hija de Almada, negó tajantemente que no estuvieran pagando el alquiler del espacio y expresó el temor que están sintiendo por la situación tensa que se ha generado.
Una de las vecinas del barrio, Teresa Gareis, habló con UNO para expresar la versión y la posición del sector de vecinos que apoyan a la familia Almada. “Ella (por Cullen) se quedó con el lugar y le hizo firmar el contrato a Gloria por 6.000 pesos por mes, cosa que tampoco se le abonó a la señora. Les dio siete meses de gracia para que hagan remodelaciones, confiando en la palabra. Resulta que con la parte cultural que ellas manejan se empezó a llenar de autos, música, disturbios, orinaban en todos los lugares, en la calle, mostraban todo, hubo que aguantar a gente en estado de ebriedad. La gente hasta andaba manteniendo relaciones sexuales en la playa, no es que estamos diciendo cosas que no pasan. Viene mucha gente influyente a ese bar”, dijo la mujer.
“Después las chicas presentan un proyecto en la Municipalidad para quedarse con el lugar”, aseguró, y agregó: “Por tantos disturbios, les mandaron cartas documento pidiendo que les abonen los meses que les deben y que desalojen el lugar. Pero estos chicos tienen tanta impunidad, tanto poder político que hacen lo que quieren. Ahora el barrio se levanta en apoyo a esta familia para que se retiren, que se vayan. Encima la señora tiene una restricción, pero vive enfrente”, lamentó Gareis.
Además, la mujer advirtió que “les sacaron hasta plantas de marihuana, les han encontrado pipas que la misma gente lleva. Lo que pide el barrio es que se vayan. Ya que tienen tanto poder que se instalen en una concesión del Parque, que se vayan ahí, o en el Parador Uno del Thompson a ver cuánto los aguantan. Pero están ensañadas con volver a abrir”.
“Queremos mantener la paz, que no se metan con estas familias, preservando al salud de la gente. Él tiene 74 años, ella casi 70. Queremos que estén ahí gente que sea nacida y criada en la costa. La cultura de Puerto Sánchez no es la de ellas”, concluyó Gareis.
A conciliación
En la Unidad Fiscal de Paraná se recibieron varias denuncias, desde las amenazas hasta los daños ocasionados en el bar. La fiscal Mercedes Nin ha tomado intervención en el conflicto e informó a UNO que se ha reunido con los abogados que representan a cada parte: José Barbagelata a las responsables del bar, y Leopoldo Cappa a la señora Almada. "Ambas partes se presentaron y colaboraron para resolver el conflicto", aseguró Nin a UNO, y señaló que también la Municipalidad de Paraná también está interesada en que la propuesta del bar continúe porque considera una buena opción cultural para la ciudad. "La idea es tratar de cerrar el conflicto con una conciliación", dijo la fiscal.