El episodio que terminó con la vida de Antonio Aguilar, de 29 años, parecía en un principio por demás confuso. Sin embargo, la investigación reunió elementos que permitieron apuntalar las sospechas y descartar las hipótesis que habían circulado.
Conflictos precedieron el asesinato a palazos
El joven murió atacado a palazos por un grupo de personas en el barrio Los Pájaros de Concordia. Se había hablado de un linchamiento tras una broma por parte de la víctima a su expareja, por lo que sus familiares habrían intercedido en su defensa. Sin embargo, el fiscal a cargo de la causa, Mario Guerrero, despejó dudas al respecto, y sostuvo que está probado que durante el sábado se habían producido violentos cruces entre la familia de la víctima y de los acusados.
“Estamos ante un conflicto de personas conocidas o familiares, con cierto vínculo de parentesco, donde desde horas de la tarde ya venían los problemas, discutían entre distintas partes, y culminó con una situación grave: un grupo familiar que decide golpear a una persona, correrla, hasta que le dan alcance, esta persona intenta refugiarse en la casa de un vecino, no lo logra, y le pegan con palos. Un golpe le da en la parte de atrás del cráneo, lo que le produce una fractura y el fallecimiento”, dijo Guerrero en diálogo con LT 15 y la 97.1 La Red Paraná.
Tras el avance de la investigación y la declaración de testigos, el fiscal ordenó detener a tres personas “que serían partícipes del evento”, una de ellas menor de edad (17 años) y otras dos mayores, de 24 y 48 años.
“La realidad es que venían teniendo conflictos en horas de la tarde, con agresiones verbales, funcionarios policiales habían ido ante llamados telefónicos, y terminó a la noche en esta situación de violencia”, agregó el fiscal, y detalló que a Aguilar “lo corrieron con maderas”, ya que las viviendas del asentamiento están construidas con ese material.
Además, recordó que “este mismo grupo familiar que hoy resulta acusado, hace cuatro o cinco años, fue víctima de un hecho de las mismas características, donde un padrastro había sido golpeado también con palos y casi le causan la muerte. Una persona terminó condenada por ese hecho”.
Consultado Guerrero acerca de la posibilidad de réplica de estas circunstancias de justicia por mano propia en Concordia, dijo: “Suelen suceder, son hechos puntuales, no es que cada hecho trae una venganza por mano propia, no es lo común”, y citó el caso de hace unas semanas cuando un joven fue baleado en la cabeza en la plaza Urquiza, ataque motivado por un homicidio anterior. “Pero no es lo habitual en la cantidad de hechos diarios en Concordia, no es que todos salgan a hacer justicia por mano propia”, aseveró.