Así fue que tras los
allanamientos realizados en junio de 2014, donde se secuestraron drogas y otros elementos que demuestran la actividad narco desarrollada en los lugares requisados, quedaron cinco personas detenidas e involucradas en la causa.
En Concepción del Uruguay fueron arrestados Lucía María Nélida Chivel, ama de casa, de 29 años, su entonces pareja, José Lorenzo Ibarra, de 36, y su hermano Carlos Alberto Chivel, de 26. En tanto que en Colón cayeron José Arnaldo Romero, de 30 años, y su vecino Juan José Díaz, apodo Chino, de 29.
Los cinco fueron llevados ajuicio, y en el análisis de las pruebas del expediente se pudo ajustar el rol y la participación de cada uno en el tráfico de drogas, así como la calificación legal del delito cometido. No fue un debate, sino un procedimiento abreviado por un acuerdo al que llegaron los acusados, asistidos por el defensor oficial Mario Franchi, con el fiscal general José Ignacio Candioti.
Lucía Chivel reconoció su responsabilidad, en calidad de autora, en dos hechos, -tenencia para comercializar estupefacientes y comercialización de estupefacientes- por lo cual aceptó que se le imponga la sanción punitiva de cuatro años de prisión y multa de 2.000 pesos. Los dos hechos fueron porque luego del primer procedimiento ella siguió vendiendo droga, pese a que su pareja se encontraba
detenido, lo que se comprobó en un nuevo allanamiento.
El hermano de la mujer, Carlos Chivel, aceptó ser autor del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y consintió que se le aplique la pena de cuatro años y dos meses de prisión y multa de 4.000 pesos. Y la expareja de Lucía, José Ibarra, reconoció ser partícipe secundario en la venta de droga, por lo que acordó tres años de prisión efectiva y multa de 1.000 pesos. "Como se dijo, en este contexto, Ibarra prestaba una colaboración subalterna a su concubina, pues según surge de los mensajes de texto, ella era quien dirigía toda la actividad y tenía la disposición del tóxico".
Los colonenses fueron los que lograron mejorar su situación respecto de cómo había comenzado todo, ya que en la investigación no se logró probar que la droga que tenían en sus domicilios haya tenido como finalidad la venta. Entonces, tanto Romero como Díaz admitieron haber cometido el delito de tenencia simple de estupefacientes y purgar tres años de prisión efectiva y multa de 225 pesos. "Sindicarlos como asociados a la venta de drogas es un exabrupto que no encuentra respaldo en pruebas objetivas y ecuánimes. La primera hipótesis que manejaron los investigadores y que quedó plasmada en los tramos fundantes de este proceso no fue confirmada por el procedimiento", se sostuvo en el fallo.
El Tribunal Oral Federal, integrado por Lilia Carnero, Roberto López Arango y Noemí Berros homologó el acuerdo en una sentencia.
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A prisión por 900 kilos
Ramón de la Cruz Sánchez, de 48 años, y Cristian Jesús Ledesma, de 39, acordaron en un juicio abreviado cumplir cinco años y ocho meses de prisión por el delito de transporte de estupefacientes. Estos dos hombres fueron los que detuvo la Policía entrerriana el 9 de setiembre de 2015, cuando iban en un camión con 902 kilos de
marihuana. Aquella madrugada, en un control del puesto caminero de Puente de Hierro, no hicieron caso a la orden de detener la marcha y unos kilómetros más adelante los alcanzaron. Tras revisar la carga con una perra detectora de narcóticos se halló el cargamento. Los dos sujetos intentaron huir a campo traviesa, pero unas horas después los encontraron.