Pedían los cargamentos de droga a Formosa, se los enviaban vía encomienda, los retiraban en las terminales de Paraná y Santa Fe y distribuían la marihuana a quienes la vendían en distintos barrios de la capital provincial. La investigación de la Policía Federal que desbarató la banda narco en 2018, terminó ahora con la condena a los ocho integrantes de la organización. Entre ellos, el jefe Héctor Ángel Ledesma Lazarte y el empleado de la Dirección de Catastro de Entre Ríos Pedro Pepo Gómez.
Condenan a banda que distribuía y vendía droga en Paraná
En la causa se demostró que “comercializaron de manera conjunta y organizada entre sí y con personas cuya identidad no se pudo establecer, marihuana en diversas cantidades, asumiendo y ejerciendo diversos roles y funciones de provisión, organización, distribución, logística de transporte terrestre, aprovisionamiento, almacenamiento, fraccionamiento, abastecimiento y venta del tóxico a consumidores de los barrios Paraná I, El Radar y Maccarone de Paraná”.
Ledesma Lazarte, de 31 años, vendedor de autos usados, del barrio Paraná I, era el cabecilla organizador de las actividades delictivas, y contaba con la especial colaboración y asistencia de su pareja, Gabriela Fretez Florentín, de nacionalidad paraguaya, de 32, y de su padre, Jorge Sordo Lazarte, de 67, jubilado de la Empresa Provincial de Energía de Santa Fe. A su vez, tenían a dos mujeres de 25 años, que eran las encargadas de retirar las encomiendas de droga, porque llegaban a sus nombres: A.C.R. y N.R.. A su vez, se pudo establecer que Alberto Gato Sosa Rolón, paraguayo, de 37 años, residente en el barrio Bolsón Grande de Clorinda, provincia de Formosa, era el proveedor de la marihuana. Otros dos hombres eran vendedores: el empleado estatal Pepo Gómez, de 41 años, en el barrio Maccarone, y el changarín Gustavo Mesquida, de 39, en barrio El Radar (calle Caputto al final). Otro proveedor de la droga en Formosa fue identificado como Pili Medina, pero no lo pudieron detener, por lo que tiene pedido de captura.
La investigación se inició a partir de una denuncia telefónica anónima de una mujer en la Delegación Paraná de la Policía Federal, en la cual se refirió que una joven del barrio Presidente Perón iba a retirar encomiendas con droga a la Terminal, y Ledesma Lazarte le pagaba con marihuana que luego vendía su tía. Pero se supo que además ya había una causa en trámite por las sospechas de que Gómez vendía droga junto a Mesquida, provistos por Ledesma Lazarte.
Desbaratados
El 22 de septiembre de 2018 se interceptó en la terminal de ómnibus de Santa Fe a A.C.R., quien había llegado hasta allí a bordo del auto conducido por Jorge Lazarte. Había llegado una encomienda que la tenía como destinataria y que contenía 32 ladrillos de marihuana, con un peso total de 20,9 kilos. En ese lugar había también efectivos de Gendarmería esperando detener a la joven, porque habían detectado el envío de droga en un control en una ruta de Formosa y realizaban una entrega vigilada. Pero el juez Federal de Paraná, Leandro Ríos, se comunicó con su par de Formosa, pidiendo que se inhiban de actuar para no afectar la investigación.
Ese mismo día allanaron los domicilios de los imputados. En la casa de Ledesma Lazarte y su pareja Fretez Florentín, esta mujer intentó descartarse de droga: arrojó por la ventana al patio de la casa ubicada en la planta baja 10 envoltorios con un kilo y medio de marihuana.
Además, el juez federal de Formosa, Juan Carlos Vallejos, remitió a Paraná dos bultos enviados por encomienda, cuya destinataria era la investigada N.R, que fueron secuestrados en un control sobre un colectivo en la ruta nacional 11. Tenían en total 55 envoltorios rectangulares con 69 kilos de marihuana.
Los ocho imputados acordaron diferentes penas en un juicio abreviado, algunas de las cuales fueron disminuidas en la sentencia dictada por el Tribunal Oral Federal de Paraná al homologar el acuerdo. A Ledesma Lazarte le impusieron seis años de prisión; a Sosa Rolón cinco años; a Jorge Lazarte cinco años; a Mesquida cuatro años; a Pepo Gómez cuatro años, a Fretez Florentín cuatro años y dos meses; A.C.R. y N.R. cuatro años. Tres de ellos están en la cárcel de Paraná y el resto con domiciliaria.
De este modo, tras analizar las pruebas del expediente, quedó plasmado en el fallo el funcionamiento de la organización: Ledesma Lazarte se proveía de marihuana, la que le era enviada desde Clorinda por Pili Medina y Sosa Rolón mediante encomiendas. La logística y coordinación de esa tarea estaba a cargo de Fretez Florentín, que era quien acordaba la salida, control de itinerario y llegada del material, así como la información de a quién debía despacharse, como destinatario, la mercadería. Jorge Lazarte estaba comisionado para ir a retirar las encomiendas llevando a las personas que eran sus destinatarias nominales. Este rol lo cumplían N.R. y A.C.R. A su vez, Ledesma Lazarte proveía del estupefaciente para su reventa al menudeo a Mesquida y Gómez.
Datos llamativos
Cabe destacar tres datos llamativos que quedaron plasmados en el expediente. Uno es que un investigador detectó que A.C.R., que vivía sobre calle Scalabrini Ortiz, tenía problemas constantes con sus vecinos, por lo que había apostado a pocos metros de la vivienda un patrullero de la Policía de Entre Ríos. No obstante, observó que a través de una pequeña ventana de la casa atendían a personas que iban a comprar, presuntamente, droga.
Otra cuestión se advirtió en las escuchas telefónicas: a raíz de la demora en la llegada de una encomienda y tras averiguar que había sido secuestrada en un control de Gendarmería, Ledesma Lazarte comenzó a pergeñar otra modalidad de abastecimiento con Pili Medina, precisamente mediante la utilización de una avioneta. Para ello hablaron con un tal Tincho, quien le facilitaría un campo para el aterrizaje. Se reunieron y los policías pudieron ver que ese hombre se movilizaba en una camioneta F100. Asimismo, tenían acordado que otro hombre, P.Z., era quien iba a guardar la droga cuando llegara. Pero por razones desconocidas continuaron con la anterior modalidad de envíos y descartaron la aérea.
Por último, sorprendió un argumento dado por Ledesma Lazarte para desvincular de la causa a Pepo Gómez: “El tema de Pedro Gómez hace un año que tengo una amistad con él. El único vínculo que tengo con él es por venta de terrenos, o sea, en esta causa él no tiene nada que ver”, dijo el jefe narco. Que se sepa, Gómez no tiene ninguna actividad lícita relacionada al comercio inmobiliario, por lo que su empleo en Catastro de la Provincia (actualmente con sumario en trámite para la cesantía) podría estar relacionado con aquella mención de Ledesma Lazarte. No sería la primera vez, ni la última, en que el acceso a información de parte de agentes del área permitiría hacer negocios particulares.