Con una catarata de pruebas en su contra en el femicidio de María Julieta Riera, Jorge Julián Christe podría aferrarse a una única coartada para evitar pasar el resto de su vida en la cárcel: alegar un estado mental que no le permitió discernir ni controlar sus actos al momento de golpear, ahorcar y arrojar al vacío a su novia. Es una estrategia que muy pocas veces ha podido ser demostrada por un acusado de un asesinato, pero para ello concentrarán las expectativas en las pericias psiquiáticas que se comenzarán en los próximos días, cuyos resultados generalmente tardan varias semanas.
Caso Julieta Riera: buscan determinar el estado mental de Christe
Un dato que apuntalaría esta versión es que al momento de dar aviso a la Guardia de la Jefatura central de la Policía provincial, Christe dijo que quien se había caído del balcón del departamento del octavo piso había sido su suegra, no Julieta. Así lo informó el fiscal Ignacio Aramberry ayer al señalar que si bien el imputado nunca declaró, lo que manifestaron esos agentes daba cuenta de esas palabras. Sin embargo, luego en el lugar del hecho Christe le dijo a otros policías que quien había caído era su novia.
Por otro lado, muchos de quienes trataron con él desde la llegada al departamento hasta su detención lo observaron shockeado, raro y con sus facultades mentales alteradas, según se informó a UNO. Por ejemplo, decía “tonterías” e incluso preguntaba cómo estaba Julieta. Lógicamente, esto bien podría haber sido un ardid para luego argumentar que no tenía plena consciencia de lo que hizo.
Asimismo, en esta línea, aquello que compromete severamente a Christe en su responsabilidad en el crimen de género podría ser valorado a su favor.
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Tal como se informó UNO, luego de arrojar por el balcón a Julieta, salió caminando serenamente del departamento N° 5 del octavo piso, propiedad de su hermana, ingresó al suyo, el N° 1, bajó y se fue en moto a la casa de su mamá, la jueza jubilada Civil y Comercial, Ana María Celia Stagnaro, en calle San Martín. Luego de estar por lo menos 10 minutos allí, se dirigió a la Jefatura de calle Córdoba 351 para informar lo sucedido.
Esta actitud gélida pese a lo sucedido, de ni siquiera pedir auxilio a los vecinos del edificio ubicado en la Peatonal, ni menos lamar al 911, lo compromete al derribar cualquier versión de caída accidental de la víctima, además de que la autopsia ya ha demostrado que la chica fue estrangulada y arrojada en estado de inconsciencia.
No obstante, la defensa de Christe evaluaría argumentar que esa conducta se debió justamente al estado mental en que se encontraba.
Con las pericias psicológicas y psiquiátricas que comenzarán en los próximos días, se abre una batalla en este punto de la causa. Por un lado, los profesionales del Cuerpo Médico Forense harán sus entrevistas e informes correspondientes, mientras que la defensa particular contrató a Carlos Verbara para las pericias de parte.
Además, se esperan las pericias de laboratorio sobre las muestras de sangre y orina que le extrajeron al hombre para evaluar si consumió alcohol o estupefacientes, lo que también será evaluado por las partes.
A la cárcel por dos meses
Ayer por la mañana el fiscal Ignacio Aramberri imputó a Christe por Homicidio triplemente agravado (por el vínculo, por violencia de género y por alevosía). El acusado, defendido por Ladislao Uzin Olleros y Franco Azziani Cánepa, se abstuvo de declarar. Luego se realizó la audiencia de medidas coercitivas, donde el fiscal enumeró pruebas y acompañó documentación con resultados de los exámenes realizados por el Cuerpo Médico Forense al cuerpo de María Julieta, que determinan que la joven, entre las 2.20 y 2.50 del 30 abril, sufrió maltrato físico y falleció por los golpes sufridos al caer desde más de 19 metros de altura.
Según informó el área de Prensa de Tribunales, Aramberry relató que “Christe le dio muerte a su pareja María Julieta Riera, con quien convivía en un vínculo caracterizado por la violencia de género, habiéndola sometido a maltrato físico, agresiones sexuales, daños a la propiedad y agresiones psicológicas. Para producir su muerte, Christe agredió físicamente a Riera y le comprimió manualmente el cuello hasta dejarla en estado de inconsciencia. Aprovechando ese estado, y sin ningún riesgo para sí, la arrojó con vida desde el balcón del departamento 5 del 8° piso, del edificio de calle San Martín Nº 918, desde 19,38 metros de altura, produciéndose la muerte de Julieta producto de las graves lesiones sufridas al impactar su cuerpo sobre el techo de una habitación ubicada en la planta baja de la edificación lindante”.
Asimismo, la Fiscalía sostuvo que Christe luego de haber formulado la denuncia sobre la muerte de Julieta, fue revisado por médicos que determinaron que en su cuerpo tenía signos de haber mantenido una lucha física.
Además, el fiscal dijo contar con testimonios que acreditan que Christe ejercía violencia sobre Julieta y solicitó su prisión preventiva en la Unidad Penal de Paraná hasta la realización de la audiencia de remisión a juicio de la causa.
Por su parte, la abogada querellante Corina Beisel compartió la calificación del hecho formulada por la Fiscalía, pero pidió prisión preventiva en la cárcel por 90 días.
Los defensores solicitaron el arresto domiciliario por 15 días, con tobillera electrónica o custodia policial en la casa de su madre.
Finalmente, el juez de Garantías Mauricio Mayer dictó la prisión preventiva por 60 días en la unidad penal.
La causa recién comienza y quedan muchas pruebas por producirse. Además de muchos testigos que deben declarar, más que nada sobre la relación entre la víctima y el victimario, se aguarda por las pericias de celulares y computadoras que se encontraban en el lugar del hecho; además de la mencionada la pericia psicológica-psiquiátrica.