Un muchacho que tiene algo más de 20 años ayer sufrió una herida cortante en el cuello y hoy se le prendió fuego la casilla en donde vivía, dentro del barrio Los Arenales de Paraná.
Ayer le pegaron una puñalada y hoy el fuego le consumió la casilla
Todo ocurrió en el barrio Los Arenales entre las calles El Patí y El Caracol. La pelea comenzó después de tomar varios litros de alcohol.
9 de enero 2017 · 13:45hs
Primero un menor de edad lo cortó en el cuello, ayer cerca de las 15, después de tomar mucho alcohol. Estaban juntos, se "desconocieron" y el más chico le tiró un puntazo.
Los policías de la comisaría Decimocuarta trabajaron en el lugar pero nadie realizó una denuncia formal.
El herido fue internado en el hospital y según las versiones que circulan en el barrio ya estaría recuperado.
Sin nada
El muchacho vivía en una casilla con su mujer y ahora se quedó sin nada porque el fuego, hoy al mediodía, consumió todas sus pertenencias.
Los policías de la Decimocuarta volvieron al barrio alertados por el incendio y tuvieron que llamar a los bomberos Zapadores que pudieron controlar la situación en pocos minutos.
Con los uniformados retornaron los rumores porque se pensó que el incendio tiene relación con la disputa de ayer pero un bombero observó como un cable pelado "le pegó una patada a un perro y casi lo mató", confirmaron fuentes policiales que trabajaron en el lugar.
A las fallas de seguridad en la infraestructura de la casilla hay que sumarle los más de 150 milímetros de lluvia que cayeron en los últimos nueve días.
Los Arenales es un barrio de pescadores que, antes del paredón, estaba de frente al río Paraná.
La humedad en la zona es tan alta como las necesidades de los habitantes del barrio. En definitiva hay que esperar las pericias de los bomberos para saber si el fuego fue intencional o accidental.
El río
Del lado más afortunado del paredón, de frente al río Paraná, se levantan mansiones lujosas. Del otro lado, entre las calles El Patí, El Caracol y Ayacucho ocurrieron la agresión con un arma blanca y el incendio en menos de 24 horas.
El policía consultado por UNO declaró: "Es un barrio tranquilo pero siempre los problemas comienzan después que toman mucho alcohol".
Es decir, la marginalidad, que quedó detrás del paredón solo necesita alguna droga (legal o ilegal) para que estalle algún conflicto.
En Los Arenales se encuentra la imagen más dura de la desigualdad que hunde a la capital de la provincia en un pozo cada vez más profundo.