El juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Andrés Seró, elevó a juicio la causa que investiga el crimen del soldado Fabricio Bermani, cuyo cuerpo sin vida y con herida de arma de fuego fue hallado en la madrugada del 19 de junio de 2016 cuando cumplía con una guardia en el Regimiento Coraceros Coronel Ramón Estomba de Chajarí.
A tres años, elevan a juicio el crimen del soldado Fabricio Bermani
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Chajarí al Día
Según informó el sitio local de noticias Chajarí al Día, la causa que llegó a la Justicia federal después de un proceso de investigación a cargo del entonces fiscal Maximiliano Larocca Rees, y tras un conflicto de competencia con la Justicia provincial, ahora está camino al debate y a la espera de la definición de la fecha de realización.
El abogado de la familia querellante, Juan Pablo Bonnin, confirmó a dicho medio que la causa “se elevó a juicio y que se prorrogó la prisión preventiva –hasta el juicio– de los procesados Antonio Escobar, su esposa Nélida Leiva y el hijo de ambos, Brian Escobar”. Este último cumplía funciones como voluntario en la unidad militar al igual que la víctima.
Desde un principio, una de las líneas que siguió la investigación fue la de robo. Es decir, habrían matado a Bermani para robarle el arma y para ello la víctima habría sido llevada por un conocido –podría ser Brian Escobar– desde el puesto de guardia hasta el límite del predio militar, donde otra persona –el padre de Brian– lo habría ejecutado para robarle el fusil FAL y otros elementos. Esta hipótesis y otras deberán esclarecerse durante el juicio y definir si los procesados tienen responsabilidad en el crimen y, en ese caso, el grado de participación de cada uno.
En tanto, Diego Corradini, el otro soldado voluntario que había sido vinculado a la causa durante la investigación, aunque nunca estuvo detenido, quedó desvinculado de la misma. No había elementos para llevarlo al juicio, según lo confirmó su abogado defensor Gustavo Rader.
En los primeros días posteriores al crimen, la investigación del fiscal Maximiliano Larocca Rees, por entonces en esa función en Chajarí, devino en varios allanamientos en esta localidad y en San José de Feliciano. Todos tenían que ver con una única familia: Escobar-Leiva.
Brian Escobar era también voluntario de la unidad militar local. Su casa en Chajarí, donde vivía con su madre (docente), fue una de las allanadas en varias oportunidades. Los testimonios indicarían que Escobar padre estuvo en la casa de Chajarí durante esos días en que se produjo el crimen. También se focalizó la investigación en el vehículo de la familia, el cual fue peritado.