Piden a intendente y concejales de Aranguren que frenen la jineteada
Noé Zeballos nació en Aranguren en donde cursó la escuela Primaria y Secundaria. Luego llegó a Paraná en donde estudió Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas en la UCA. Ahora vive en Córdoba, donde trabaja pero asegura que "va y viene" al pueblo de 3.500 habitantes en donde todavía viven sus padres y buena parte de la familia.
El lunes 27 de enero a las 10.35 llevó una carta a la Municipalidad de Aranguren para pedirle al intendente Luis Siebenlist que suspenda la jineteada que este año se realizará en un predio del Club Deportivo y Cultural Aranguren lindante a la cancha de fútbol, el escenario habitual, que ahora cuenta con riego artificial.
El festival se realizará durante el viernes 6 y el sábado 7 después de un par de años de suspensiones. Con los graves casos que se registraron este año en Jesús María, la jineteada tiene muchos detractores ya que sufren, primero los caballos y después los hombres.
Nota Relacionada: Un jinete entrerriano se cayó en Jesús María y su estado es grave
En la nota, que los concejales recién tratarán en marzo cuando vuelvan a sesionar, la profesora de Inglés, Historia, Formación y Evaluación de Políticas Públicas, escribió: "El motivo por el cual anhelo llevarlo a cabo es para prohibir a partir de este año en adelante el maltrato innecesario que se ejerce sobre los equinos en los espectáculos de Jineteadas del ámbito jurisdiccional de la localidad. Ergo solicito se plantee democráticamente en el recinto del Concejo Deliberante".
Nacida y criada en Aranguren, la profesional reconoció: "Las tradiciones son importantes, nos recuerdan nuestras raíces y transmiten el legado de nuestros antepasados, pues son parte de nuestra herencia cultural. Preservar nuestra cultura significa salvaguardar nuestra identidad. Pero hay cuantiosas formas de expresar el tradicionalismo, por ejemplo a través de de la música, la danza, la artesanía, los desfiles, los payadores, etc. Por eso es incomprensible que en pleno año 2020 se continúen con semejantes prácticas retrógradas y salvajes, sin más justificativo que el de “tradición”. Vuelvo a reiterar que no estoy a favor de que se impida la realización de nuestras preciosas tradiciones, sino de que se terminen con estos tipos de prácticas, que además infringen la Ley de Protección Animal".
Para llamar la sensibilidad de los funcionarios recordó los avances con las riñas de gallo y las carreras de perros "en donde se ha priorizado el respeto y la sensibilidad por las distintas especies animales. Es hora de que esto suceda también con los caballos".