Javier Aragón/ De la Redacción de UNO
Pastor tiró aceite en una iglesia
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Nogoyá.— Una situación muy llamativa y particular se está investigando en la Justicia de Nogoyá y que trata de establecer porqué un pastor de una iglesia evangélica arrojó aceite sobre la vereda de la parroquia de Lucas Gonzalez y dibujó varias cruces y otros dibujos no muy claros.
UNO supo que si bien el hecho se produjo el 24 de noviembre, los responsables de la iglesia local no están muy dispuestos a profundizar la denuncia. Lo que sí se sabe y forma parte de la investigación que lleva adelante el fiscal Federico Uriburo, es que en la madrugada del 24 de noviembre personal policial de la comisaría de Lucas González se percató que en la dependencia que se encuentra a corta distancia de la iglesia, se habían pintado en la vereda un par de cruces con aceite negro, como así también otros dibujos inentendibles.
Informado del hecho el párroco de la iglesia San Lucas Evangelista, el famoso Juan Diego Escobar Gaviria -que es reconocido en Entre Ríos, por ser uno de los sacerdotes que impone las manos como el padre Ignacio de Rosario-, no ocultó su sorpresa y preocupación por lo que radicó la apertura de la investigación en la policía.
Además el cura aportó para la causa las imágenes que se habían captado con la cámara de seguridad que cubre la casa parroquial, como el templo.
Allí, los investigadores policiales observaron con nitidez cómo tres mujeres y cuatro hombres llegaron caminando por calle Fray Justo Santa María de Oro y tras mirar para todos los costados pusieron sobre la vereda un par de recipientes. Con pinceles comenzaron a pintar las cruces y otros símbolos y tras realizar la faena en unos 10 minutos, decidieron retirarse no sin antes verificar que nadie se haya percatado de la acción en la madrugada.
Lo que sí se confirmó a UNO por parte de las autoridades policiales y judiciales es que una de las personas que se ve con pincel en mano dirigiendo las acciones era el pastor identificado como Rosario que es la cara visible de la denominada Iglesia de los Hermanos en la Argentina.
Las autoridades policiales le hicieron saber al titular de la parroquia, el colombiano Juan Diego que debía sostener la denuncia, para lo cual informó que iba a solicitar directivas al arzobispado de Paraná y de allí analizar los pasos a seguir. Sin embargo, hasta ayer el sacerdote había preferido mantener en la más absoluta reserva la situación, aparentemente porque desde la capital entrerriana le sugirieron “no hacer mucho ruido”.
De allí se entendió en la propia Justicia que no haya habido mayor interés en “empujar” la causa.
Desde la Fiscalía se tomaron un par de medidas, pero se iba a trabajar en la posibilidad de llegar a una mediación entre el sacerdote y el pastor. También se aseguró que se desconocían los motivos que llevaron al grupo de hombres y mujeres vinculados con la Iglesia de los Hermanos en la Argentina, a realizar el extraño ritual en la madrugada.
Tal cual están las cosas, se hizo notar que no se está frente a un delito, y si bien puede existir algún malestar de la feligresía de Lucas González, el inicio de las rispideces podrían estar vinculados con el crecimiento de la parroquia cristiana, apostólica romana a manos del popular cura por sobre la que dirige el pastor.