Trabajadores de eventos llegaron en caravana hasta el microcentro de la ciudad de Paraná y se instalaron frente al palacio municipal para manifestar la preocupante situación por la atraviesan sus servicios por la suspensión de fiestas y eventos debido a la pandemia del Coronavirus Covid-19 y la cuarentena.
Paraná: Personal de eventos protestaron frente al municipio
Piden que los funcionarios los escuchen y les den soluciones.
Brenda Almada, es moza y hace tres meses está inactiva. Dijo a radio 97.1 La Red Paraná “que si no trabaja no cobra”.
“Estamos tratando de hacer lo posible para poder subsistir pero está muy complicado. Sabemos y entendemos la situación pero queremos que nos atiendan y escuchen la propuesta que tenemos para hacerles a las autoridades municipales”, indicó.
La empresa en la que trabaja Brenda hizo muchos eventos el año pasado pero ahora con el aislamiento preventivo obligatorio empresarios y trabajadores están sin nada. “Queremos que algún funcionario nos atienda y nos dé una respuesta. Hay muchos compañeros es que viven de esto”.
Durante la pandemia fueron muchos los que se reinventado para subsistir haciendo delivery de comidas, venta de pastas o empanadas por encargo o buscado otras alternativas para generar un ingreso y así pagar las cuentas, los impuestos y el alquiler.
“Venimos a reclamar en forma pacífica algo digno y justo. Somos gente laburante que vivimos de esto queremos que nos den una solución”, puntualizó.
En tanto Sara, que vende vestidos para fiestas, contó que tiene el negocio cerrado desde el marzo pero sigue pagando los impuestos y el alquiler sin generar dinero y ya no puede subsistir. “No queremos limosnas, queremos trabajar tranquilos pero no se dan las condiciones. Queremos que nos escuchen porque tuvimos que cerrar, pero todos los días nos caen impuestos y tasas de la Municipalidad para pagar”, expresó.
Juan Carlos se dedica a eventos, alquiler de vajillas, servicio de fotografía, videos, DJ y decoración de salones; unas 35 a 40 personas viven de estas fiestas, en la empresa de Juan Carlos. Describió la situación crítica por la que atraviesan y propone una alternativa: “Cursamos una nota en mazo y somos los últimos en ser atendidos. Pedimos un subsidio reintegrable a 12 meses, con un año de gracia a partir de que se levante la prohibición”, explicó.