Atravesada por múltiples dificultades estructurales en sus servicios; por la proliferación de edificios en cualquier lugar; presa de la falta de planificación estratégica por cambios de rumbos con cada nueva administración; y con ausencia de participación ciudadana en los últimos años –que provoca permanentes reclamos y quejas frente a distintas situaciones–; Paraná ha agravado y complicado su desarrollo urbano. En los últimos meses, ediles y profesionales comenzaron a debatir en comisión, la modificación y actualización del Código Urbano. El proceso viene lento, mientras siguen emergiendo problemas por doquier.
Para las PASO, proponen que en Paraná haya consulta popular
Participación ciudadana. La idea en ciernes, del Colegio de Arquitectos, apunta a permitir que toda la población opine sobre tres temas puntuales: edificios en altura, urbanización de los arroyos y ubicación del puente con Santa Fe
11 de julio 2017 · 06:30hs
Foto: Télam
En ese marco, para la regional Oeste Noroeste del Colegio de Arquitectos de Entre Ríos sería oportuno que los actores políticos de la ciudad avalen la posibilidad de realizar una encuesta de carácter optativa, durante las próximas elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que permitan a la ciudadanía expresarse sobre al menos tres temas principales para el crecimiento urbano: los edificios en altura; el desarrollo de parques lineales a la vera de los arroyos; y la ubicación del puente con Santa Fe.
"Queremos plantear esa alternativa. Es una muy buena oportunidad para preguntarle a la gente cómo quiere vivir", dijo a UNO el titular de la regional Oeste Noroeste del Colegio de Arquitectos, Fernando de la Rosa. Frente al déficit de participación ciudadana en los asuntos públicos, la propuesta surge en el marco de las reuniones que se vienen realizando, tanto con el Concejo Deliberante fundamentalmente, como también con el Departamento Ejecutivo Municipal.
"Tendremos que ver los pasos a seguir, porque supongo que al tratarse de una elección nacional, habría que encontrar una autorización a ese nivel", planteó. Sobre los edificios en altura, De la Rosa apuntó que el debate no debe atarse solo a uno –debido a la polémica por la torre de 25 pisos–; sobre los arroyos, remarcó la necesidad de que sean "elementos fundantes" de la ciudad, respetados e integrados, sin entubados: "Para nosotros, no es la solución y las pruebas están a la vista: en el Antoñico se ve el hacinamiento social, cuando no se considera el arroyo". Y finalmente, se refirió al puente Paraná-Santa Fe: "Creo que es necesario hacer algo que no está haciendo Vialidad Nacional; una audiencia pública, porque intuyo o sospecho que la mayoría de Paraná, ampliamente, quiere que el puente pase por el sur, y no por el norte", deslizó.
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Postura
La idea en ciernes, y la postura del Colegio, fue expuesta ante la consulta formulada por UNO, sobre los temas de tratamiento y estado del proceso de modificación del Código Urbano, frente a los permanentes reclamos de ciudadanos y vecinales por construcciones en torres sin control, que afectan no solo la realidad ambiental o paisajística, sino que expone casi al colapso, a las redes de infraestructura de servicios.
"Creemos –dijo De la Rosa– que la ciudad debe desarrollar un Código Urbano con más participación ciudadana, que pueda resolver los problemas reales de la ciudad".
En ese sentido, marcó que se debe poner en marcha un esquema de trabajo que permita dar cuatro pasos concretos: la definición de un modelo de ciudad, que surgirá del debate y participación ciudadana; el desarrollo de un Plan Urbano, que el Colegio de Arquitectos propone Plan Urbano Territorial Ambiental Metropolitano y Participativo (Putamp); la resolución de un marco normativo y de leyes; y la instancia de control. "El control de la legislación es fundamental: hoy hay solo tres inspectores para controlar todas las obras en la ciudad. Ponemos, por ejemplo, la atención en el tránsito con los inspectores, y no en las construcciones, donde el control es fundamental", remarcó.
Siguiendo el lineamiento de la importancia de la participación vecinal para elaborar un plan urbano que sea legítimo, además de legal –aclaró el profesional–, se refirió también a aspectos que no son tenidos en cuenta actualmente por el Código Urbano, como la plusvalía que tienen los terrenos, al definirse el tipo de uso del suelo. Planteó, en ese marco, la necesidad de rever las construcciones de planes de viviendas, que terminan siendo ghettos: "Se hacían planes de 500 viviendas; ahora se anunciaron de grupos de 100, y creemos que también es una barbaridad, porque son obras que no generan plusvalía; se genera un valor de construcción, y posteriormente, el valor termina siendo inferior". Sostuvo que el Estado debe marcar presencia para evitar que el mercado sea el que decida, y pugnó para que la urbanización de los terrenos del Ejército sean una oportunidad que permita al municipio administrar, vender y volver a comprar otros terrenos, para así poder comandar las directrices del desarrollo urbano.