Daniel Caraffini / Redacción de UNO
Para comprar un lote se necesitan más sueldos que antes de 2003
Más de dos años de trabajo requiere un asalariado con ingresos de 4.500 pesos para acceder a un lote, como paso previo a la construcción, para concretar su sueño y el de su familia de tener la casa propia. Antes de la salida de la Convertibilidad, se necesitaban alrededor de 12 sueldos de 450 pesos, valor promedio en esos años.
Medido en términos de haber mínimo vigente en cada época, en 2002, se precisaban 25 sueldos mínimos (de 200 pesos), y en la actualidad, unos 42 haberes de 2.670 haber mínimo, vital y móvil vigente.
Hace una década, había una interesante oferta de lotes en el ejido urbano de Paraná, que arrancaba desde valores cercanos a 3.500 pesos en calle Enrique Mihura; o en barrio Santa Lucía a 7.000 pesos. En Colonia Avellaneda había disponibles a 5.000 pesos, según los avisos publicados en los clasificados de Diario UNO de esos años.
Desde entonces, la recuperación económica dio un fuerte impulso a la construcción, por su efecto multiplicador y su impacto en los ingresos y el consumo. Pero el fenómeno inversionista derivó en una concentración en pocas manos, de cada vez más negocios. Y significó acentuar el déficit habitacional: en el país, una de cada tres familias no tiene su casa propia. En definitiva, se encareció la compra de inmuebles y por lo tanto, se dilataron aún más los tiempos y anhelos por la vivienda.
Nuevos desarrollos inmobiliarios
Los valores de los lotes escalaron sin freno, lejos del alcance de ingresos medios. En Paraná escasean y están cada vez más alejados, casi periféricos, por lo que el explosivo y vertiginoso negocio inmobiliario se extendió hasta las localidades satélites.
Si bien con diferencias en su extensión o ubicación, por un inmueble en Oro Verde, se piden entre 120.000 y 150.000 pesos; en Colonia Avellaneda, desde 80.000 pesos, mientras que San Benito ofrece valores algo más económicos.
Las cifras sobre el fenómeno de la construcción y las cada vez mayores dificultades para acceder a la vivienda, se complementan con una realidad fácilmente tangible. Una rápida mirada a nuestro alrededor es el testimonio más fiel de la realidad.
Algunos datos más
Especialistas inmobiliarios dan cuenta que el precio de los lotes en pesos se incrementó hasta 3.330% en una década; y en dólares, más del 600%. Más relegado quedó el costo de la construcción –según la Cámara Argentina de la Construcción–, que fue del 999%, tal vez por debajo de la actualización salarial –entre 1.000 y 1.200%. Es que luego de largos años de parate, la construcción ocupó los primeros años tras la salida de la Convertibilidad en recuperarse, pero ya en los últimos años ostenta exagerados altos valores.
El mejor escenario económico y laboral desde la salida de la Convertibilidad no modificó ese panorama.
Así, en Entre Ríos, hay casi 120.000 familias que no poseen su vivienda propia. Y en los últimos 10 años, la cantidad de inquilinos creció el 33%, a un ritmo superior del 15% de los dueños, según se desprendió del Censo de Población, Viviendas y Hogares 2010.