El Gobierno relanzará los préstamos para jubilados y beneficiarios de planes sociales y asignaciones familiares que financia la ANSeS con plata que administra a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) con la idea de reanimar el consumo en los sectores de la población de menos ingresos y apuntalar el camino con la mira puesta en las elecciones de 2019.
Relanzarán los préstamos Argenta pero con otro nombre, para reactivar el consumo
Se trata de la línea de créditos personales Argenta lanzados por el Gobierno kirchnerista, a la cual el gobierno de Macri le "lavará la cara" y lo llamará "Préstamos ANSeS".
Hasta ahora los montos máximos de estos créditos son de $ 60.000 pesos para jubilados y pensionados, $ 30.000 para titulares de pensiones no contributivas por vejez y de la pensión universal para adultos mayores.
Las madres que cobran la Asignación Universal por Hijo puede solicitar hasta $ 5.000 por hijo. Los asalariados que reciben asignaciones familiares pueden pedir también hasta 5.000 pesos.
Hoy las tasas de interés van del 29% al 36% anual (costo financiero hasta 40% anual) y los plazos se estiran desde las 24 a las 60 cuotas.
En estos días la ANSeS deberá definir los nuevos parámetros -tasa, plazos, montos máximos- que necesariamente deberían modificarse, sobre todo teniendo en cuenta la inflación y las tasas de interés de referencia. El titular del organismo, Emilio Basavilbaso, está enfocado en las puntadas finales.
Por una cuestión demográfica, el 40% de los beneficios que paga la ANSeS, en todas sus variantes, recaen sobre ciudadanos que tienen domicilio en el Gran Buenos Aires. Es fácil entender el impacto económico y electoral que tiene volcar fondos sobre los tres anillos que rodean a la ciudad de Buenos Aires.
Hasta junio del año pasado, se otorgaban, en promedio, menos de 150.000 créditos por mes. En agosto (mes de las PASO) saltaron a casi 900.000 créditos.
La cartera de créditos Argenta ocupaba a marzo de este año el 6,2% de la cartera total del FGS, que por entonces superaba los 1,2 billón de pesos.
El ritmo de desembolsos decayó sensiblemente desde el pico de agosto de 2017. "Es que muchos beneficiarios tienen que terminar de pagar el crédito que ya tomaron".
De hecho, tomaron este préstamo el 70% de los beneficiarios de la AUH, el 60% de quienes perciben pensiones no contributivas y el 25% de los jubilados y pensionados. A tasas más o menos bajas, la demanda voló.
Según información que maneja la ANSeS, "el 60% de los créditos se utilizó en mejoramiento de la vivienda" explicó Basavilbaso a Clarín.
El funcionario resalta que con estos créditos los beneficiarios de jubilaciones, pensiones y planes sociales pudieron acceder a una ventanilla mucho más barata que las financieras que pululan por los sectores de la población de menores ingresos, a los que les cobran tasas bien por encima del 100% anual.