Asimismo, Faurie consideró que ser los organizadores del G-20 hace que el gobierno nacional pueda "participar de la mesa de decisión" y, al mismo tiempo, contar con "la oportunidad de mantener encuentros de gran relevancia para tratar temas bilaterales, como el acceso de los productos argentinos a otros mercados o inversiones".
Paralelamente, en la Casa Rosada deslizaron que "nunca peligró la realización del G-20, ni siquiera en los momentos en que las pantallas de la televisión mundial transmitían en directo los desmanes de barrabravas enojados porque no se les permitía entrar a ver la final" de la Libertadores.
La agenda de debates del encuentro fue consensuada desde fines de 2017 con la participación de más de 4 mil delegados de los países del G-20, funcionarios de organismos internacionales e invitados especiales.
"La impronta federal permitió mostrar la riqueza natural y cultural del territorio en toda su extensión, promover la industria del turismo y potenciar el talento de productores, emprendedores y artistas locales", dijeron fuentes de la organización al repasar los encuentros más relevantes.
El 30 de noviembre de 2017, la ciudad rionegrina de San Carlos de Bariloche inauguró las discusiones de la presidencia argentina del G-20 con la primera reunión de ministros de Finanzas y titulares de Bancos Centrales, que culminó el 2 de diciembre con la asistencia de 250 delegados de las mayores economías del mundo.
También Bariloche recibió la primera reunión de sherpas o representantes de cada país (del 14 al 16 de diciembre de 2017), el segundo encuentro del grupo de trabajo de Transiciones Energéticas (del 13 al 14 de junio de 2018) y la reunión de ministros de Energía (del 14 al 15 de junio pasado).
Rosario, en tanto, fue sede en marzo de la primera reunión de ministros de Agricultura y del Foro de Respuesta Rápida del Sistema de Información de Mercados Agrícolas.
Los sherpas, representantes de los líderes mundiales de los países y organismos que conforman el grupo, volvieron a encontrarse en mayo en Ushuaia (Tierra del Fuego), para su segunda reunión.
Con la premisa de abordar la sustentabilidad de los sistemas agropecuarios, autoridades de investigación y desarrollo agrícolas del G-20 participaron de la reunión de líderes científicos de Agricultura del grupo a fines de mayo en San Salvador de Jujuy.
A su vez, Tucumán fue sede en julio de la segunda reunión del grupo de trabajo de Desarrollo, mientras que Salta recibió, a fines de agosto, a los representantes de Economía Digital para avanzar en una amplia agenda vinculada a la transformación digital.
Entre el 28 y el 29 de agosto, la segunda reunión del grupo de trabajo de Sustentabilidad Climática se desarrolló en la ciudad misionera de Puerto Iguazú para abordar la adaptación al cambio climático, cómo generar estrategias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a largo plazo y movilizar flujos de financiación de medidas ambientalistas.
En tanto, Mendoza fue anfitriona, a principios de septiembre, de numerosos eventos vinculados al futuro del trabajo, una de las prioridades definidas por la presidencia argentina del G-20.
En la capital mendocina, la reunión conjunta de ministros de Educación y Empleo, primera en la historia del foro, fue el hito principal de una agenda que incluyó encuentros de equipos de trabajo, sherpas y grupos de afinidad.
La ciudad de Córdoba, por su parte, fue sede en agosto de la cumbre del Youth 20 (Y-20), el grupo de afinidad del G-20 que reúne a jóvenes líderes cuyas economías representan a más del 80 por ciento del total global.
Más de 80 representantes, de entre 18 y 30 años, acordaron en Córdoba un documento de políticas públicas con recomendaciones sobre el futuro del trabajo, educación, emprendedurismo y sustentabilidad.
La cumbre del Science 20 (S-20, referida a ciencias) se realizó en julio también en Rosario, mientras que el Business 20 (B-20, con eje en los negocios) celebró encuentros en Neuquén, Salta y Mendoza, que también recibió al Labour 20 (L-20, el grupo dedicado al trabajo).
Ciudad Blindada
El gobierno nacional dispondrá un operativo de seguridad sin precedentes en el país para el G-20 con el despliegue, entre otros mecanismos, de 22 mil efectivos de distintas fuerzas, el refuerzo de controles migratorios y la aplicación de nuevas tecnologías.
Las acciones estarán acompañadas por un blindaje por aire, tierra y agua de las zonas en las que se movilicen las comitivas de los países participantes, el decreto de feriado para la ciudad de Buenos Aires el viernes próximo, corredores seguros para el traslado de los mandatarios (con zonas de restricción en distintos barrios porteños) y diversas limitaciones para la circulación del transporte público.
Además, para evitar hechos de violencia, se abrió un espacio de diálogo con las organizaciones sociales y políticas para asegurar que las protestas se desarrollen en paz.
"Será un dispositivo de control potente, fuerte y adecuado al desafío", aseguró la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, el miércoles pasado.
De hecho, la Nación hace más de un año que viene preparando el operativo con dos hipótesis de conflicto (acciones de violencia callejera y actos terroristas) y, por eso, mantuvo contactos con la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y agencias de seguridad del mundo para detectar posibles amenazas.