Jueves 06 de Junio de 2019
Desde hace un tiempo el Gobierno nacional está intentando flexibilizar los trámites y minimizar las trabas a la hora de comprar en el exterior. Si bien la crisis de consumo pegó duro a la sociedad argentina, el "sueño" de comprar afuera y que llegue es posible. Sin embargo, todo el proceso no está exento de dificultades: desde papelerío difícil de completar, pasando por la burocracia del correo y llegando hasta los propios sitios para comprar, poder hacer un pedido y que llegue bien es una ciencia y un arte.
Existen dos grandes sistemas para pedidos. Uno es el llamado Puerta a Puerta, que depende del Correo. Según la última regulación publicada, esto comprende a las compras realizadas en el extranjero que no superen los U$S3.000 y que por su especie y cantidad no hagan presumir finalidad comercial.
La resolución establece que la cantidad y el monto de las compras exentas de impuesto será elevado, de un único envío anual de U$S25, a 12 envíos de U$S50 cada uno en el mismo período. Tampoco será necesario realizar el trámite a través de la página web de la AFIP, ni contar con Clave Fiscal nivel 3 para realizarlo.
Por otro lado, la cara “B” de los pedidos, el sistema de pequeños envíos y que se rige por el sistema Courier (es decir, empresas como DHL o FedEx) opera con hasta 3 unidades del mismo producto, hasta cinco compras por año, mercadería para uso personal y no comercial por hasta 50 kilos y un límite por compra de U$S1.000 en el importe final.
¿Qué conviene más?
La pregunta del millón, para el usuario, es finalmente qué conviene más al momento de comprar en el exterior.
A la hora de comprar por Puerta a Puerta, la cuenta es bastante sencilla: se tiene que considerar el costo de envío (que puede ascender hasta U$S90) más los impuestos (que suman 50% sobre el excedente de U$S50, o sea que un producto de U$S100 tiene un impuesto de U$S50).
El caso de los courier es distinto, como explicó el sitio de compras en el exterior Grabr. "Sin embargo con Grabr se evitan todos esos pagos extra y se negocia un valor de recompensa con el viajero y se abona una tasa por uso del servicio. Al existir para viajeros una franquicia actual en Argentina para ingresar productos por un valor de hasta U$S500, más un teléfono y una tablet o notebook libres de impuestos", afirmó Alvaro Pandelo, Marketing Manager para Argentina de Grabr.
Por caso, un producto que cuesta U$S479 en el mercado local se puede conseguir en en eBay o Amazon se encuentra por U$S250.
Este courier funciona trabajando con viajeros que adquieren los productos en el exterior y los traen al destino local. El viajero cobra una comisión por ese servicio.
La comisión del viajero suele ser del 10% al 25%. Para por ejemplo un iPhone XS de U$S1.186, la recompensa del viajero ronda los 90 dólares y el precio final con Grabr ronda los U$S1.364.
"Teniendo en cuenta que el precio de el mismo teléfono comprado por el puerta a puerta es de U$S1.800, que es el precio original más 50% de impuestos, más el precio del envío certificado, es una opción más costosa", explicaron desde la empresa.
Los costos que componen el precio final del courier son: