El dirigente de Camioneros Pablo Moyano aseguró ayer que la misa celebrada el sábado pasado en Luján contra las políticas del gobierno nacional tuvo el aval del Papa Francisco y la calificó como "histórica y multitudinaria". En tanto, su padre y líder del gremio, Hugo Moyano, enfatizó que no hay que "hacerle creer a la gente que la Iglesia Católica tomó una posición partidaria".
Pablo Moyano: la misa en Luján tuvo el aval del Papa Francisco
"El Papa Francisco está preocupado por la desgracia que tenemos como modelo económico, que suma cada vez más pobres y desocupados a través de la inflación, y tenemos una muy buena relación con él. Sin dudas no se podría haber realizado la movilización hasta la basílica de Luján sin la venia de él. Fue histórica, muy importante y multitudinaria", expresó Pablo.
Por su parte, el líder de Camioneros subrayó: "No traten de hacerle creer a la gente que la Iglesia tomó una posición partidaria. Lo que hizo es muy importante, porque se trata de escuchar a los que están pasando necesidad".
Además, Moyano resaltó que "todas las Iglesias lo han hecho, porque todas estuvieron presentes" en la misa celebrada el sábado en Luján.
En la homilía, el arzobispo de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, aseveró: "El futuro de la Nación no está únicamente en manos de los dirigentes sino, fundamentalmente, en manos de nuestro pueblo".
"Espero que el gobierno preste atención a estos reclamos (de la Iglesia), que son reales, y no solamente escuche a los empresarios de Idea, que quieren seguir sacándoles derechos y conquistas a los trabajadores", sostuvo el sindicalista
Respecto de si la Iglesia no había tomado partida por un sector político, Moyano lo negó. "Para nada, había muchos peronistas y muchos que no eran peronistas, había mucha gente que había votado a Mauricio Macri", indicó.
La masiva marcha a Luján, con el apoyo implícito de la Iglesia, fue el dato político del fin de semana pasado. En ese marco, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, esbozó una crítica hacia la dirigencia eclesiástica.
"No es bueno que la Iglesia tome partido en ningún sentido. Es una institución de carácter religioso que debería estar por encima de la coyuntura y las banderías políticas", enfatizó.