Social y Deportivo San José gritó campeón luego de 32 años y uno de sus hijos pródigos fue una de las figuras de la consagración. El equipo Amarillo venció a Sportivo San Salvador por 77a 64 de visitante el sábado por la noche en el quinto juego de una serie apasionante y ascendió al Torneo Federal, la tercer categoría del país.
Perroni: "Al básquet no le puedo pedir más"
José Perroni salió campeón con el Club que lo vio nacer. La figura de San José contó cómo vivió la ciudad el título luego de 32 años y reveló las claves que los llevaron a ser los mejores de la temporada.
23 de abril 2018 · 22:53hs
Comenzó una semana de alivio y sin presión y José Perroni empieza a caer. El alero que hace dos años no sabía si iba a volver a jugar tras una lesión de ligamentos cruzados se dio el gusto de dar la vuelta con el club que lo vio crecer. Agradecido de su familia y amigos que estuvieron en lo momentos más difíciles de su carrera según confió, el alero, habló con Ovación sobre la gran conquista de Sanjo y dijo que "el grupo humano y el trabajo en la semana" fueron determinantes. Enumeró los argumentos de un equipo que terminó cuarto en la fase regular y sorteó dos series con desventaja deportiva: primero ante Bancario, el uno de la fase regular y luego ante Sportivo que estaba invicto de local. Asimismo remarcó que tuvieron una dosis de "fortuna" al quedar arriba de Talleres en la fase regular porque consideró que ganar sin ventaja deportiva en Paraná hubiese sido muy complicado. De hecho consideró la localía "más difícil".
Elegido en el quinteto ideal de la temporada y a un par de votos de ser el Jugador Más Valioso, Perroni, contó como vivió la semana el mes de la definición, confesó que no "piensa" en el Federal y señaló que "al básquet no lo puede pedir más".
—¿Por qué San José fue campeón?
—Las claves fueron formar un buen grupo humano y luego un equipo. San José fue eso. Cuando pasa eso es todo más fácil. Así podés salir de las cosas malas y los momentos difíciles de la temporada. Esas fueron las primeras virtudes y después trabajar en la semana.
—¿En qué momento se dieron cuenta que podían ser campeones: en la fase regular, en el inico de los playoffs o cuando le robaron un partido a San Salvador?
—No creo que haya un momento en el que te das cuenta que podés ser campéon. Cuando empezás a jugar los equipos y los jugadores anhelan serlo. Pero después tienen que pasar muchas cosas e ir superando dificultades. Tuvimos la suerte de llegar a los playoffs y eso nos ayudó a pasar una serie durísima con Talleres. En esa serie se nos dio algo clave. Talleres perdió con Ferro y nosotros le ganamos por uno a La Armonía y nos posicionó cuarto y a ellos quinto. Eso nos jugó a favor porque para nosotros, sino teníamos ventaja deportiva, iba a ser muy difícil ganar en Paraná contra un equipo con buenos jugadores y que sabía a lo que jugaba. Esa serie la ganamos gracias a la localía, en casa ganamos por 20 y allá perdimos por 30. Esa localía fue la más complicada para nosotros. Ahí arrancamos y después jugamos una serie durísima con Bancario en la cual sabíamos que teníamos que defender porque sino no teníamos chances y gracias a Dios le cortamos el circuito, robamos un partido y mantuvimos la localía. Y con Sportivo la final fue muy rara porque ellos venían invictos en su cancha y nosotros en casa también y se quebraron las dos localías. Cuando pensamos que ya éramos campeones, ellos revivieron y al revés. Después el quinto partido era para cualquiera. Ya pasó a ser un partido de ajedrez y no básquet porque nos conocíamos todos los movimientos. Y bueno se trataba de dar un poco más e iba a ganar que la meta y gracias a Dios se volcó para nuestro lado. No hubo un momento, se dio así.
—¿Cómo se vivió este mes en la ciudad?
—Como todo club cuando llega a una final se vive de manera muy intensa y tal vez yo lo viví un poco más por haberme criado acá. Iba a la farmacia y te preguntaban por el partido, vas a comprar algo y te paraban por lo mismo. San José hacía más de 30 años que no salía campeón y se vivió muy intenso y tenés que manejarlo porque la ansiedad es difícil de llevarla. Cuando tratábamos de olvidarnos, la gente te paraba y te lo recordaba. Es un desgaste porque jugás el partido de antemano.
—¿Influyó en la cabeza del equipo saber que el club no salía campeón desde 1986?
—Para nosotros era una motivación, pero nos jugó en contra cuando vinimos a casa después haber robado un partido de la serie. Dependía de nosotros y teníamos los dos juegos en casa para ganar la final y el nerviosismo y la ansiedad nos jugaron en contra. Y nos encontramos con un equipo duro que nos sacó una ventaja que no pudimos remontar. Pero bueno, por suerte el grupo entrenó y pudimos sacar la serie al frente.
—¿Estás pensando en el Torneo Federal?
—Te soy sincero, el básquet me ha dado mucho y lo único que anhelaba era salir campeón con el equipo de mi ciudad, donde nací y pasé el 90 por ciento de mi infancia y viví muchas cosas con la gente de mi barrio y mis amigos. Para mi eso no tiene explicación y ahora estoy cayendo de lo que hemos logrado y lo estoy disfrutando. No pensé en el Federal ni que voy a hacer ni que va a pasar y por estos días no me interesa. Quiero disfrutarlo y al básquet no le puedo a pedir más nada, lo que venga lo haré con responsabilidad y con ganas de ganar porque el día que no sienta eso voy a dejar. Estoy súper satisfecho.