Pasó la carrera más difícil del mundo en su edición número 40. El Rally Dakar muchas veces no perdona la menor distracción y de eso lo sabrán los pilotos de escuderías oficiales que no llegaron al final en Córdoba. El concordiense Roberto Naivirt tuvo la tenacidad, la fuerza necesaria para completar todas las etapas y el resultado final fue terminar su segundo Dakar –como en 2014– en sus ocho presentaciones personales. El Panadero, radicado desde hace muchos años en la localidad bonaerense de Del Viso, junto a Alejandro Schilling pusieron a prueba a la Toyota Hilux por más de 8.000 kilómetros y concluir la prueba es la felicidad que nadie se lo quitará.
Naivirt: "Fue el Dakar más duro de todos"
El concordiense Roberto Naivirt pudo completar todas las etapas. Fue el único entrerriano en correr esta edición del Rally Dakar.
22 de enero 2018 · 21:59hs
"Fue el Dakar más duro de todos los que corrí. No nos dio respiro ni un solo día. Costó mucho, se trabajó, pero lo importante fue que pudimos llegar al final", expresó Roberto a UNO.
Además, en la previa de la largada, cuando todo el equipo se disponía para partir en Lima, Naivirt recibió un duro golpe de la vida, ya que falleció su madre.
"Fue una mezcla de sensaciones encontradas, pero uno se hace más fuerte. Había que pasar el momento y por suerte estaba rodeado de amigos que venían a darme fuerzas. Eso hizo que uno tenga un plus más para poder llegar al final", describió.
—Con las dunas de Perú dio la sensación que fue complicado ya el inicio para todos.
—Las primeras etapas fue todo de dunas muy técnicas. Había que tener mucho cuidado y me parece que muchos pilotos arrancaron sin tener en cuenta que la carrera dura 14 días. Tener ciertas precauciones, que por suerte nosotros la tuvimos. Trabajamos la carrera y la sacamos adelante. Fueron etapas no tan duras, pero muy difíciles.
—¿Dónde considerás que estuvo la parte más dura de la carrera?
—Argentina siempre es duro, por el calor y por la diversidad de terrenos. Eso complica la carrera y más cuando se llega con la camioneta cansada. Tuvimos dos o tres roturas en las etapas de Argentina y se nos complicó la carrera en el último tramo.
—¿Con las roturas que tuvieron, en ningún momento estuvieron cerca de abandonar?
—No, nunca se nos pasó por la cabeza quedarnos afuera porque Toyota nos dio un motor 0 kilómetro y se portó 10 puntos. Eso hizo la diferencia y cada vez que rompíamos algo sabíamos que teníamos el repuesto y eso hizo que podamos terminar la carrera.
—A través de las redes sociales se pudo ver con la entrega que trabajaron los chicos del equipo.
—El trabajo de los mecánicos fue fundamental. A veces nosotros llegábamos tarde, se ponían a trabajar y cuando terminaban, ya tenían que viajar hasta el otro Vibac, que mayormente estaba a 600 o 700 kilómetros de camino complicado y con un limitador de velocidad de 10 kilómetros por hora. Les llevaba mucho tiempo trasladarse, no dormían bien, pero le pusieron toda la garra. En los últimos días piloto, copiloto y mecánicos dormíamos casi nada.
—¿Qué te dejó el paso por Bolivia?
—Nada. Creo que Bolivia está porque no había otro país. Hay muchos problemas internos políticos y el Dakar era la excusa para sacarlos a flote. Se lo entiende al pueblo boliviano porque hay problemas bastante graves. La última etapa se suspendió un poco por lluvia y otro poco por el tema político-social.
—¿Cómo fue ese recibimiento en Córdoba con familiares y amigos?
—Llegar a Córdoba fue decir 'listo, se terminó'. Encontrarse con la familia, con amigos fue algo especial.
—Y por último, ¿cuántos días van a pasar para que vuelvas a diagramar el Dakar 2019?
—Todavía hay tiempo para eso, hay muchas cosas por resolver porque para encarar un proyecto hacen falta un montón de cosas. Primero quiero disfrutar este momento y después se irá charlando con los sponsors. Durante el año no es la idea de hacer ningún tipo de carreras.
Enojo con la organización
En Córdoba, una vez que recibió su medalla por haber completado la edición 2018 del Rally Dakar, Roberto Naivirt quiso subir al podio para poder festejar con su equipo y sus allegados. Pero la intención del piloto entrerriano chocó con los organizadores, quienes no permitieron que muchos corredores puedan tener ese recuerdo. "Fue una vergüenza lo que pasó", dijo el entrerriano.