Roberto Naivirt es el único entrerriano que estará participando de una nueva edición del Rally Dakar que se correrá en Perú, Bolivia y Argentina. La carrera comenzará el sábado 6 de enero y concluirá el 20 del mismo mes en Córdoba. El oriundo de Concordia formará parte del Liu Gong Dakar Team.
Naivirt está listo para el Rally Dakar. "Va a ser una carrera muy dura"
El corredor se encuentra desde hace varios días en Lima, Perú, donde partirán los vehículos. UNO pudo comunicarse con él en la previa al arranque para conocer los preparativos de una carrera tan dura como lo es ésta. "Llegamos el martes a Perú, fueron cuatro días de viaje, bastante largo y duro por algunos inconvenientes que se nos dieron en el camino con el vehículo de asistencia pero por suerte llegamos y pasamos por las verificaciones necesarias", comenzó.
Uno de los principales problemas que tuvo el equipo del entrerriano fue la baja, casi de último momento, de José Luis Di Palma, su acompañante, por una lesión que no le permitió correr este Rally. Sin embargo, el corredor de la Toyota Hilux decidió elegir a un viejo conocido para que lo acompañe y reemplace a Josito en la aventura. "José Luis se tuvo que bajar porque tuvo una lesión en el hombro pero se ofreció y sumó Alejandro Schilling con quien ya he corrido, lo conozco, tenemos una amistad y ganamos el Desafío Guaraní en 2014. Eso marcó la diferencia entre él y otros navegantes para que me acompañen", contó aunque también dejó en claro la diferencia entre José Luis y Alejandro: "Con Alejandro hacemos esto como podemos, de la mejor manera posible pero José es profesional y por eso es una baja sensible pero Ale va a estar a la altura, confío en él".
De todos modos, el equipo de Naivirt está preparado y nada le quita de vista sus objetivos y esperanzas de hacer un buen papel en su participación en el Dakar. Además, opinó sobre las novedades y principales dificultades de la carrera del 2018. "En cuanto a las expectativas, la idea es tratar de llegar, de hacer las cosas lo mejor posible. Va a ser una carrera muy dura como siempre pero este año tiene la particularidad que son seis etapas de arena; esas son muy duras y vamos a tener días muy largos y de pura arena que complica mucho a todos los pilotos y vehículos así que esperamos hacer las cosas lo mejor posible, no equivocarnos y tratar de ir superando etapa tras etapa. Me parece que la parte más dura va a estar en Argentina por el calor y por el terreno, más allá de que todas las etapas son difíciles", explicó.
Al ser consultado por el tiempo de preparación que se necesita para poder competir en una carrera de alta dificultad, manifestó: "Con respecto a la preparación, más allá de que hace años que corremos y eso nos permite tener algunas cosas listas, se trabaja todo el año para esta competencia. La parte mecánica, publicidad, la parte física porque es una carrera muy larga, con mucha logística, con mucho presupuesto. Por suerte llegamos bien, nos faltó probar un poco más el vehículo pero estamos bien y ahora hay que ver como nos trata la carrera".
Sobre las condiciones en las que se encuentra el vehículo, mencionó que "siempre se puede mejorar" pero que son un "equipo humilde" e hicieron lo mejor posible teniendo en cuenta el presupuesto con el que cuentan. "Hoy estamos conformes con lo que tenemos, contentos porque logramos lo que queríamos".
Por otra parte, él corredor concordiense de 47 años contó su experiencia a UNO siendo que no es un novato en la disciplina y, por lo tanto, ha tenido momentos buenos, malos y algunas anécdotas que le terminaron de salvar la vida. "Es mi octavo Dakar, en el medio corrí tres Dakar Series. En 2011 fue el primero que corrí y a partir de ahí pude hacer todos. El mejor momento fue en 2014 cuando pudimos terminar la carrera y ese mismo año ganamos el Desafío Guaraní. En 2016 volvimos a ganar el Dakar Series, el Desafío de la Ruta 40. Y, el momento más difícil creo que fue en 2015 que corrí con Alejandro y tuvimos una etapa realmente muy dura, la pasamos bastante mal, ese fue el momento más complicado más allá de que cada Dakar que quedas afuera es difícil". "En cuanto a accidentes, en 2013 volcamos dos veces y seguimos corriendo sin parabrisas, sin ventanillas, nos faltaban unas partes de la camioneta pero seguimos hasta el final. Lo más duro fue en 2015 que tuvimos rotura de cubiertas, ese día quedaron más de 30 pilotos afuera y quedamos tirados en el desierto un día y medio. Ahí, tomé de mi propio orín porque no teníamos agua ni nada y para no deshidratarme ni entrar en pánico, oriné en una botella y tomé para que no se me vaya la cabeza para cualquier lado. Nos terminaron sacando con helicóptero. Fue realmente lo más fuerte que me tocó pasar".
En relación a su futuro, mencionó que "ya no me quita el sueño correr" pero lo hará hasta "donde pueda". "Voy a competir hasta donde pueda, hoy estoy un poco cansado porque lleva de mucha logística, mucho tiempo y mucho trabajo. Son demasiadas cosas y tal vez me gustaría correr uno o dos años más para completar los 10 años. Hoy ya no me quita el sueño correr, antes sí. Creo que para todo hay etapas en la vida, no sé si la mía en esto ya está cumplida pero está al borde de cumplirse".
Aunque también explicó que le gustan otras disciplinas en las que posiblemente siga participando durante el año. "En lo que es automovilismo, no está a mi alcance económico así que descarto mi participación. En otros deportes sí, en 2017 hice el cruce de "Los Andes Columbia", corrí la Maratón de Sables en Marruecos que son 250 kilómetros en la arena a pie, corrí un Medio IronMan en Punta del Este. En 2018, en mayo voy a hacer el Rey Columbia en Salta y Jujuy y la idea es correr un IronMan completo. Pero va todo de la mano, la preparación para el Dakar y hacer lo que me gusta", concluyó.
Por Antonella Toso Gemelli