La llegada de Diego Armando Maradona conmovió al ambiente futbolero. Emocionó a todo el Pueblo Tripero al observar al máximo ídolo popular que regaló el fútbol con los colores azul y blanco en el estadio que Gimnasia y Esgrima La Plata posee en 60 y 118, en el Bosque platense. Pero también conmovió a quienes no son simpatizantes del conjunto de la capital bonaerense.
Leo Morales estrechó su mano con Dios
Por Matías Larraule
Cuatro entrerrianos cumplieron, sin proponérselo, el sueño de conocer a Maradona. De tener contacto directo. De saludarlo y cruzar un par de palabras con él. Uno de ellos fue Leonardo Morales. El oriundo de Villa Urquiza es uno de los Panza verde que integra el plantel del Lobo platense.
Después de una siesta reparadora el marcador de punta atendió el llamado telefónico de Ovación para compartir la sensación de haber tenido de frente a Diego, de haberle extendido su mano en el saludo de bienvenida, para tener contacto directo con el Dios del fútbol. “Con esa mano fue la que hizo el gol a los ingleses”, subrayó el ex-Belgrano, Atlético Paraná y Patronato, entre otros equipos.
Maradona asume la conducción técnica de Gimnasia tras la renuncia de Darío Ortiz. Su nombre comenzó a circular como una simple versión. La misma comenzó a tomar fuerza con el correr de las horas.
“Cuando se escuchó su nombre todos pensábamos que era una falsa información, pero a medida que comenzó a circular con mayor fuerza esa versión comenzamos a vivirlo distinto. Tener enfrente a quien fue el mejor jugador del mundo y que te dirija es algo muy emocionante. Y cuando entró al vestuario y me saludó fue un momento inolvidable”, revivió.
Varias imágenes se cruzaron por su mente al momento de tener de frente al flamante DT del Lobo. “Antes miraba las presentaciones de Maradona y decía “jamás voy a vivir una fiesta como esta”, y sin embargo me pasó, estuve ahí adentro. Es inexplicable la sensación”, describió. Luego agregó que el contexto lo llevó a tomar dimensión de lo que motoriza Diego. “Lo que más me sorprendió fue ver llorar a algunos compañeros cuando entró al vestuario. O la emoción que se observó en las tribunas. Ahí me di cuenta de lo que genera Maradona”, aseveró.
El primer contacto con el ídolo se originó en la antesala de un entrenamiento. El excapitán de la Selección Argentina se dirigió hacia los jugadores para brindarles un mensaje que rápidamente les tocó el corazón. “Nos dijo que no quería ver a nadie cabizbajo, pero lo expresó de una manera que nos llegó a todos. Ahí mismo queríamos salir a comernos vivo a todo el mundo, cuando en realidad íbamos a comenzar una práctica”, recordó.
El estadio explotó cuando Maradona se ubicó sobre el círculo central del campo de juego. Las gradas explotaron. La emoción desbordó a los presentes. “El que no salta, es un inglés”, entonó el Pueblo Tripero, dedicándole esa postal que quedará archivada para la eternidad a Estudiantes, su clásico rival. “Me dieron ganas de saltar”, se sinceró Morales. “Cuando cantó toda la hinchada fue fabuloso, nos re motivó. Y verlo a él saltando casi nos lleva a saltar a todos”, reiteró.
Diego llegó al Bosque para descomprimir un clima muy hostil debido a la delicada situación futbolística en la que se encuentra Gimnasia. El Lobo está hundido en puestos de descenso y alejado de aquellos equipos que se ubican fuera de la zona pintada de rojo. “Si bien no estamos descendidos, estamos muy complicados. Pero Diego es la persona justa para sacarnos tanta presión de encima. De todos modos los que ingresamos en la cancha somos los jugadores, pero él te da un plus”, resaltó el Leo.
Por último, Morales no se olvidó de Darío Ortiz, el antecesor de Maradona, y el entrenador que lo sumó al plantel de Gimnasia. “Es como un padre futbolístico. Lo que me está pasando se lo debo a él”, concluyó.
Sin Diego, con el Gallego
El ciclo de Diego Armando Maradona en Gimnasia y Esgrima La Plata comenzó ayer sin la presencia del flamante DT del Lobo. El propio Diego le había comunicado con anticipación su inasistencia a la dirigencia del Tripero argumentando que se iba a encargar de la conformación de su cuerpo técnico. Sebastián Méndez, uno de sus ayudante de campo, fue quien estuvo al frente del equipo en el predio de Estancia Chica. El Gallego ordenó una serie de trabajos tácticos pensando en el encuentro del domingo ante Racing Club de Avellaneda.