Leandro Palladino está entre los mejores jugadores de básquetbol de la historia de la provincia de Entre Ríos. El alero nacido el 13 de enero de 1976 en Concepción del Uruguay fue parte de la Generación Dorada, salió subcampeón del mundo, brilló en Atenas, jugó en Italia y pasó por uno de los equipos más grandes de Europa: el Tau Cerámica, hoy Saski Baskonia. El pase se produjo un día como hoy de hace 20 años.
Leandro Palladino: "Fue algo increíble jugar en el Tau"
“Fue algo que iba proyectando en la carrera deportiva. Uno de mis sueños, metas... era jugar en un equipo así. Primero jugar en la Liga, luego en Europa, después en un equipo importante y que juegue Euroliga y se me dio después de jugar en el Nápoli. Para mi fue algo increíble porque es uno de los equipos más importantes de Europa y fuera de lo que es la NBA. Y jugar en un equipo con tanta trayectoria en el cual jugaron tantos argentinos me gustaba. Se dio y tuve una buena temporada no sólo deportiva sino también por lo Básquet que compartí con mis compañeros”, sostuvo ayer a Ovación el alero que jugó en la temporada 2002/2003 junto a Luis Scola, Chapu Nocioni y Rubén Wolkowyski en el equipo de Vitoria. El Toro consideró que ese 2002 “fue un año completo” porque venía de jugar el Mundial de Indianapolis donde llegó a la final con la Selección Argentina y obtuvo el segundo puesto luego de una polémica definición ante Yugoslavia.
Palladino contó que cuando le llegó la propuesta para ir al gigante de Europa lo analizó bien porque venía de una lesión.“Cuando me llama mi agente yo estaba jugando en Nápoles porque había empezado la temporada y me dice que estaba la posibilidad de jugar en el TAU y me sorprendió para bien. Pero venía de mi operación de cruzados hacía un año y medio y no había hecho la rehabilitación completa para estar al ciento por ciento por el Mundial y la pretemporada. Y tenía dudas porque el entrenador era Duško Ivanovic, un DT muy duro en el día a día. Y tenía dudas de como iba a responder a la exigencia por la post operación. Pero bueno, previo a eso me contacté con Hugo (Sconochini) y Chapu, sobre todo con Hugo porque había tenido lesiones y ya había tenido un año con Dusko. Los dos me dijeron que vaya y eso no me hizo dudar más”, contó sobre el paso de Italia a España. Palladino, campeón con Atenas de Córdoba, recordó que jugar en el primer nivel fue “muy duro” porque había un nivel superlativo de jugadores en España. “Teníamos un equipo bueno y estar en ese equipo implica estar arriba. Además con un entrenador exigente como es Ivanovic. Tuvimos un año con muchos jugadores lesionados en etapas importantes y la mayoría cumplimos funciones dentro del juego que no eran las habituales, pero con tal de salir adelante lo hicimos. Fue duro porque estuvimos mermados y eso lo hizo mucho más largo”, comentó el entrerriano que jugó 35 partidos en la temporada en la cual terminaron sextos.
“No cualquiera puede jugar en Tau. Es un club que exige mucho y donde pasé siete años inolvidables”, dijo Luis Scola en una nota a La Nación en 2008. La declaración del gran capitán deja en claro lo que significa el TAU en Europa donde además jugaron Oberto, Prigioni, Gaby Díaz, entre otros. El Toro entró en ese grupo privilegiado que además se tuvo que codear con las grandes figuras europeas en la Euroliga de ese año. “Te toca jugar con muchos jugadores importantes. Al jugar Euroliga te toca jugar contra los mejores de Europa. Pero bueno sin dudas que haber enfrentado a Herreros, Dejan Bodiroga (venía de meter 27 puntos en la final contra Argentina) y otros jugadores estrellas era muy bueno para uno para saber donde estaba parado y a qué nivel estaba compitiendo”, expresó el entrerriano campeón Sudamericano en Valdivia 2001, campeón Preolímpico en 2001 en Neuquén y Medalla de Plata en el Preolímpico de Puerto Rico en 2003 con la Selección.
Palladino recordó además que ese año disfrutó mucho a su compañero de equipo Rashard Griffith. “Recuerdo que Rashard ganó todo con Manu en la Kinder Bologna. Y lo recuerdo porque era el equipo sensación del momento cuando yo estaba en Nápoles. Después de esa admiración, jugar con él fue algo muy grande”, dijo el entrerriano que a pesar de los contratiempos que tuvo el equipo llegaron a jugarle de igual a igual en la final de la Copa del Rey al FC Barcelona que ese año ganó la Liga, la Copa del Rey y la Euroliga.