La ilusión siempre está presente cuando se comienza a proyectar la preparación de cada torneo, pero a veces las circunstancias lleva a las protagonistas a observar el horizonte con mayor moderación.
Las Salesianas van por el broche de oro
Por Matías Larraule
Esto sucedió en el equipo femenino de futsal de Don Bosco. Las salesianas se inscribieron sobre el inicio del Torneo Apertura, División B, que organiza la Asociación Paranaense (APFS). Compitieron con un plantel corto durante todo el campeonato. Para suplir la falta de variantes realizaron un fuerte entrenamiento orientado en la parte física. Eso las llevó a administrar bien el escaso recambio, como también a superar el desgaste que demanda el certamen.
El cansancio comenzó a manifestarse en los playoff. Sufrieron su única derrota en el encuentro de ida de las semifinales ante José Hernández. En el juego decisivo de esta instancia reaccionaron y lograron revertir la llave. En la final festejaron en definición por penales al igualar un encuentro que comenzó adverso. En la serie se agigantó la figura de Eliana Fischer, quien desvió tres remates de las chicas de Sportivo Entre Ríos para decretar el título de las Salesianas.
Don Bosco no solo se llevó el trofeo colectivo, sino que también se adjudicó las estatuillas individuales. Eliana Fischer se adueñó de los guantes de oro al finalizar con la valla menos vencida del certamen. Por su parte, Giuliana Lonardi se transformó en la máxima artillera del campeonato.
La buena producción las llevó a mirar con mayor optimismo el segundo desafío de la temporada. Por eso ahora las salesianas se animan a mencionar que la mira está orientada en una nuevo logro. Se calzan el traje de candidatas para buscar levantar nuevamente el trofeo y dar el salto a la elite salonista. El primer paso fue hacia adelante. El domingo iniciaron la defensa de su corona con una victoria ante Oro Verde, por 5 a 1 en el estadio Humberto Pietranera del Club Olimpia.
“Nos planteamos ganar el Clausura. Sabemos que estamos más presionadas por salir campeonas y porque el DT nos va a pedirnos que salgamos con la misma actitud ”, confesó Marianela Leiva, una de las integrantes del plantel de Don Bosco, en diálogo con Ovación.
Maru, como la conocen en Don Bosco, confesó que el título obtenido en el Apertura fue más un anhelo que un objetivo trazado. “Lo deseamos desde que comenzamos a jugar, pero no imaginábamos que íbamos a lograrlo ahora”,se sinceró. “Cuando comenzó el torneo no llegábamos ni a inscribirnos porque necesitábamos ocho jugadoras y éramos seis. Pusimos a dos chicas más, pero comenzamos a competir seis y en la mayoría de los partidos éramos cinco o seis jugadoras. De esa manera no teníamos recambio o solamente contábamos con una variante. Después comenzamos a ganar los partidos y nos ilusionamos. En el transcurso del camino fue donde nos dimos cuenta que estábamos peleando el torneo”, describió.
El oxígeno comenzó a apagarse en los tramos finales del certamen. “Fuimos puntera todo el torneo, pero nos costó al finalizar. Entrenamos mucho, dos, tres veces por semana. El entrenador (Cristian Gareiz) es muy estricto en la parte física porque teníamos que lograr 40 minutos de juego con un solo cambio y el futsal es muy intenso. Por eso nos costó en los playoff cuando sentimos elcansancio y los otros equipos fueron más intensas”, indicó Leiva.
Maru marcó una falencia que tuvo el Celeste y que es uno de los puntos a corregir en el Clausura. “Nos costó cuando el entrenador no estuvo presente en algunos partidos dado que juega al fútbol en Paraná Campaña. Nos sucedió en el primer juego de semis, que fue el único que perdimos. Más allá de entrenarnos, nos orienta y nos ordena mucho durante el partido. En el juego decisivo de semifinales, que él estuvo, dimos vuelta la serie. Esto es un punto que tenemos que mejorar y debemos trabajar”, reconoció.
La definición.
El campeonato llegó en un juego con un alto grado de emotividad. Don Bosco niveló una historia que comenzó adversa. Y lo hizo con el aporte de Mercedes Aguilar, una de las chicas que se sumó al plantel para colaborar en algunos encuentros. “Ella juega al handbol y no es prioridad el futsal, pero nos ayudó en un par de partido y anotó el gol en la final. Es una colaboradora, pero la queremos incluir y la estamos convenciendo”, contó Leiva.
En los penales apareció la seguridad de Eli Fischer, quien bloqueó tres de los cuatro remates ejecutados por las chicas de Entre Ríos. “Estaba muy nerviosa porque no me gusta atajar penales”, confesó la dueña de la valla menos vencida del ascenso femenino. “Había practicado en la preparación de este partido. Me habían pateado un montón de penales y fue algo terrible. Si me llevaba por la práctica, perdíamos. Pero en la definición atajé tres de los cuatro penales”, rememoró.
La arquera mencionó que este logró es el fruto del esfuerzo de un grupo de jugadores que viene trabajando desde hace varias temporadas. También remarcó que las motiva a reiterar el éxito para obtener el salto de categoría. “No somos un equipo que lo forjamos ahora, sino que venimos jugando desde hace cuatro años juntas. Y haber salido campeonas fue un mimo para nosotras después de tantos sacrificios. Además la mayoría de las chicas que componen el equipo no somos de Paraná. Yo soy de Gobernador Etchevehere. Maru (Leiva) es de Neuquén. Y el resto de las chicas son de distintas localidades”, indicó.
Más allá de no haber nacido en Paraná, Leiva, como sus compañeras de equipo, adquirió un fuerte sentido de pertenencia. “Todas sentimos mucho la camiseta. Por eso el campeonato es una alegría enorme”, cerró.