La jornada se desarrolló en un trazado llamado Rincón del Diablo y la idea de este grupo de amigos es dar una mano a los que más necesitan.
En el tercer encuentro del año, Marcelo Retamal, explicó a UNO: "Cada uno de los participantes donó un alimento no perecedero. Es una forma de ayudar a los chicos en este momento difícil. Nos juntamos unos 100 pilotos de diferentes ciudades".
"Queremos sumar más gente para dar una mano en este momento a los que necesitan", completó uno de los principales impulsores.
En unos días confirmarán la próxima fecha en el Rincón del Diablo.