El platense Julio Velasco, gloria del vóleibol mundial, calificó como "muy difícil" la zona en los Juegos Olímpicos de Tokio del seleccionado argentino, del que destacó "que juega sin tenerle miedo a nadie y tiene personalidad". Comparte grupo con Rusia, Estados Unidos, Brasil, Francia y Túnez.
Julio Velasco: "La zona de Argentina en Tokio es difícil"
Zona
"La zona en Tokio es muy, muy difícil porque el único equipo inferior es Túnez. Si se logra pasar esa zona, ya en cuartos de final, es un partido seco. Se puede llegar a ganar. Pasar la zona no es fácil. Hay cuatro equipos muy fuertes", aseguró Velasco en una extenso y exclusivo diálogo con Télam desde Italia.
"Los argentinos son jugadores que no solamente entrenan bien sino que juegan sin tenerle miedo a nadie. En ese sentido, Argentina es un equipo de personalidad", expresó Julio Velasco, de 69 años y bicampeón del mundo con el seleccionado italiano y ganador de la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, 2015.
Velasco, actualmente a cargo de los seleccionados juveniles de Italia, definió a "Polonia y Brasil" como dos equipos que estarán en la pelea de las medallas en Los Juegos Olímpicos de Tokio y confesó que lo "incomoda" que lo definan como un mito del vóleibol.
"El voley me salvó"
"A mi, el vóley me salvó", reconoció Velasco. El bonaerense Julio Velasco, multicampeón con el seleccionado italiano, admitió que el vóleibol "lo salvó" en tiempos de la última dictadura militar que comenzó en 1976, destacó los valores de "ser olímpico" y reivindicó los encuentros de café porque tienen "un valor extraordinario en la formación de los entrenadores junto con los cursos" que, remarcó, "hay que hacerlos".
"A mí, el vóley me salvó. Porque en esos años 70 además era muy difícil para mí encontrar algo que me entusiasmara. No pude terminar la facultad, no podía estar en mi ciudad por la dictadura, no podía ver a mis amigos, no podía ver a mi mamá. Entonces, claro, el vóley me salvó de la depresión porque era cada año un equipito mejor y me encontré creciendo en medio del horror, porque sino yo hubiera estado adentro del horror todo el tiempo. Tuve esa suerte de encontrar en el vóley algo que me dio entusiasmo de nuevo y que me dio ganas de progresar y de mejorar. Obviamente me tenía que mantener. Yo no tenía plata ni nada pero no me quería ir del país. Yo había sido militante, vivía cuidándome mucho y nadie sabía dónde estaba mi casa y demás. Pero me parecía injusto irse apenas la cosa se ponía mal y la gente común digamos tener que bancársela. No quería irme del país y logré encontrar en el vóley algo que me dio entusiasmo de nuevo", destacó el multicampeón en vóleibol.