Los diferentes clubes de Paraná siempre han tenido una fuerte presencia en los torneos de patín artístico, lo cual implica compromiso, disciplina y tolerar diferentes presiones por parte de los patinadores como así también un enorme esfuerzo de las familias, principalmente, a nivel económico. Este deporte que habitualmente se desarrolla con fines competitivos demanda muchas horas de entrenamiento sobre ruedas en la semana ya sea para la especialidad Libre, Escuela o Danza y, a su vez, mucha constancia para mejorar el rendimiento con preparación física complementaria. Ahora bien, en la capital provincial hay otro tipo de experiencias que están orientadas puntualmente a la diversión y el ocio. Este es el caso del espacio de patín recreativo cognitivo sin fines competitivos que brinda Fiorella Cavenaghi en el polideportivo de la Escuela San Francisco de Borja, ubicado en Carlos Sourigues 1100.
El patín recreativo cognitivo tiene lugar en Paraná
En las instalaciones, la profesora ofrece clases a tres grandes grupos: niños y niñas de 2 a 9 años, pre-adolescentes y adolescentes de 9 a 16 años, y adultos. En el turno de los más chicos, la impulsora de dicha iniciativa es acompañada por Nahir Reding.
Este espacio comenzó a desarrollarse en plena pandemia por Covid-19 en 2021, lo cual significó un gran desafío para Cavenaghi debido a los protocolos sanitarios que debieron implementarse.
“Empezamos con tres niños y actualmente es un grupo importante el que tenemos, donde entre los diferentes turnos el total de patinadores es de 49”, afirmó Cavenaghi a UNO.
El 3 de mayo el espacio cumplió un año de existencia y tras ser consultada sobre cómo es que se fueron acercando paulatinamente cada vez más chicos, la profesora referenció que el “boca en boca” ha contribuido a que el número de patinadores se incremente.
Deporte y formación
Cavenaghi tiene 24 años de edad, es patinadora desde los 8 y actualmente realiza este deporte en el Club Atlético Echagüe donde se prepara para los torneos de la categoría Senior B (anterior a la categoría Internacional). Además es estudiante avanzada de la Licenciatura en Psicopedagogía.
Por esta razón, Cavenaghi decidió enlazar su pasión con una propuesta diferente a las habituales.
“El espacio de patín recreativo cognitivo recibe este nombre porque se estimulan ciertas funciones cognitivas que a eso lo trabajamos junto a Nahir, quien también fue patinadora de competición y es licenciada en Psicopedagogía. Juntas hacemos un equipo para generar una planificación y brindar un espacio donde se combinen la recreación y la estimulación de las funciones”, indicó la instructora.
Los encuentros para niños y niñas son los martes y jueves de 17.30 a 18.30, y para los preadolescentes y adolescentes son de 18.30 a 19.30 en los mismos días. En tanto que para el turno de jóvenes y adultos las clases son los sábados de 9.30 a 11.
En relación a esta experiencia, Cavenaghi aseveró: “Soy muy feliz llevando adelante esta propuesta porque traer mis conocimientos de Psicopedagogía y mi experiencia como patinadora generando este espacio de disfrute entre todos, es un regalo poder hacerlo”.
Inicios
La novedosa propuesta comenzó en las instalaciones del polideportivo de la institución educativa ya que Cavenaghi pertenece a la Parroquia San Francisco de Borja y junto con el párroco Agustín Hertel llegaron al acuerdo de utilizar el espacio para empezar con la iniciativa.
“El inicio de las clases fue en medio de la pandemia por lo cual aplicamos todos los protocolos y requisitos necesarios para la tranquilidad y seguridad tanto de los padres como de los patinadores”, manifestó la profesora.
Beneficios y dinámicas
Por su parte, Reding se refirió a las potencialidades que tiene el enlace entre el deporte y la propuesta recreativa cognitiva, y comentó en una entrevista con UNO: “Este espacio le permite a los chicos canalizar sus emociones a través del juego, estimular la creatividad, la autonomía y la confianza y muchos valores que son importantes en la etapa de desarrollo como están los niños. Se da mucho lugar a la creatividad que es importante para lo cotidiano, para la resolución de problemas y para generar habilidades”.
En ese sentido, también destacó que contribuye a ejercitar el trabajo en grupo, los tiempos de espera, el respeto hacia los compañeros y la confianza en ellos mismo por lo cual es muy positivo. y el patín que ayuda con los aspectos físicos como la coordinación, la construcción de habilidades motrices entre otras cosas.
En cuanto a las dinámicas de trabajo en las clases, para cada grupo de acuerdo a la franja horaria se implementan diferentes modalidades. En principio, Cavenaghi remarcó que en los tres grupos se respetan algunos circuitos en común aunque tienen variaciones conforme a la edad, maduración e intereses.
“Tenemos muy en cuenta la edad por una cuestión de que no todos quizás van a poder lograr lo que se proponga”, indicó.
Asimismo, precisó que en el turno de los pre-adolescentes y adolescentes asiste una chica con discapacidad por lo cual se requiere hacer una adaptación e integración. “Es una dinámica distinta que se hace exclusivamente para ella. Se charla con el grupo para que estén al tanto y la acompañen, lo cual ha hecho que se sienta muy cómoda. Esto también fue un gran desafío para mí”, dijo Cavenaghi.
Si bien la patinadora empezó sola a desarrollar las clases, una vez que se sumaron cada vez más chicos en el turno de 17.30 a 18.30 optó por convocar a una ayudante. En principio estuvo Lucía Cabrera en 2021 y este año Reding.
Al respecto, la profesora destacó: “Remarcamos en este espacio prestarle atención a todos y brindarle el mismo tiempo cada uno de los niños. Si bien es complejo pero a lo que apuntamos es a que cada uno nos pueda preguntar o decir y estar a total disposición en la hora de clase”.
Cabe indicar que la cuota de este espacio es de 1.300 pesos y se abona un seguro de 160 pesos para cualquier accidente. Quienes estén interesados en sumarse a las clases pueden contactarse al 3434580304 o por Instagram a @patinrecrecognitivo.
Diferencia con lo competitivo
Sin dudas, por diferentes motivos, hay quienes prefieren no someterse a las exigencias del patín artístico con fines competitivos. Como ya se mencionó anteriormente, se requieren de muchas horas para entrenar y prepararse para cada torneo y a su vez lo económico juega un papel importantes. Los patines especiales para Libre o Escuela, los pares de ruedas de agarre (para pisos de parquet), los distintos vestuarios (maya del club y otra de coreografía), los viajes a cada torneo, la ropa de entrenamiento, y el gimnasio, entre otras cuestiones, son requerimientos que insumen dinero. Es un deporte que habitualmente se lo considera caro por todos estos aspectos.
Sin embargo, lo que se propone desde este espacio recreativo cognitivo que sea apto para todos y no haya una obligación de cumplir determinadas metas como si ocurre cuando se trata de competir.
Sobre ello, Cavenaghi remarcó: “Algo que me movilizó en los últimos años y que me empezó a interpelar fue el hecho de que para los chicos
Significaba muchas horas de entrenamiento y es una presión a la que no sabemos si están dispuestos a tomar porque muchas veces son los papás los que eligen por ellos”. Y agregó: “Esto me generaba mucha inquietud y entonces en pandemia dije me lanzo a proponer el espacio donde si se sienten mal pueden faltar. Por ahí cuando se hace patín de competencia hay que dejar cosas de lado y enfocarse en el objetivo, y no hay posibilidad de faltar”.
Entre los tres turnos hay patinadores que ya han pasado por clubes y han practica patín de competencia. No obstante, han decidido incursionar en esta modalidad más relajada.
“En este lugar se prioriza el gusto por patinar desde el disfrute”, finalizó la impulsora de la propuesta.
Cabe señalare que en 2021, el espacio tuvo su muestra de fin de año, y está previsto que en 2022 también tenga lugar.