Mientras se espera que la Conmebol anuncie su decisión sobre la protesta presentada por Gremio, y se terminan de definir las fechas de ambos partidos, el presidente Mauricio Macri le agregó este viernes un condimento adicional a la final superclásica de la Copa Libertadores entre River y Boca: confirmó que los partidos se jugarán con presencia de hinchas visitantes.
"Acordándome de esa semifinal con River que ganamos (en 2004) y se escuchaba el silencio... Eso no es el fútbol. Hay que gritar el gol. Por eso tenemos todos que comprometernos. Es una final histórica. Es único, maravilloso, irrepetible. Tenemos que demostrar que estamos cambiando y así como lo vemos en otros países del mundo tenemos que poder organizar esta final con público visitante también. Que esta final tenga todos los condimentos", afirmó Macri en radio La Red.