Rodolfo Emery tiene vocación de dirigente, pero no de aquellos que están solamente para lucir en las fotografías. Se arremanga y trabaja en silencio para el crecimiento de la institución. Su aporte no es destinado solamente a aquellas instituciones que están arraigadas a sus raíces y a sus afectos. Si bien por herencia familiar tiene su corazón en Patronato y está vinculado a Arenas Fútbol Club, Rodo extiende su mano en todos los rincones de la ciudad. Está a disposición de los clubes, porque el principal escudo que defiende es el de la solidaridad.
Clubes: Rodolfo Emery extiende la mano en todos los rincones
Por Matías Larraule
Actualmente preside Arenas Fútbol Club. También integra la comisión directiva de Patronato, donde figura como vocal y donde se desempeñó como responsable del área de infraestructura. Pero también brinda su aporta en el club Universitario y en Instituto, donde colabora en las distintas obras que se llevan en la entidad de barrio Corrales y en el Azul de Villa Uranga.
“La solidaridad es algo que nos caracteriza como seres humanos, y en este momento de pandemia es lo que nos puede mantener en pie”, resalta Emery, en diálogo con Ovación.
“Cuando un club me llama, estoy. Es algo que a mí me gusta hacer”, resaltó. “Lo hice en el plano deportivo y en los otros planos de mi vida. En algunos casos no es necesario que me llamen, sino que voy y me ofrezco. Para la próxima semana colaboraré con un par de clubes. Llevaré algunos recursos como herramientas y máquinas para hacer los trabajos que se ne- cesiten para ir aprovechando este parate y poder tener en condiciones las canchas, la infraestructura, los pisos. En Universitario hice el proyecto de sistema de riego y de iluminación. Ahora estamos trabajando con la cancha para hacer la siembra del césped. Se niveló y una vez que esté listo el sistema de riego vamos a sembrar”, relató.
Rodolfo se graduó de técnico en saneamiento ambiental en la facultad de medicina de la Universidad de Buenos Aires gracias a una beca de la oficina panamericana de la salud. Emery entiende que debe brindar a la comunidad los conocimientos adquirido en la educación pública y en las distintas capacitaciones gratuitas que realizó presentado a Patronato en el área de Infraestructura de la Superliga.
“Lo que aprendí me ha dejado enseñanzas y me parece que está bueno que lo pueda volcar en beneficio de los clubes. No es algo que me tenga que guardar para mí o lucrar con eso. Me formé en una universidad pública y le debo a la gente que paga sus impuestos y mantiene la educación. Después fui a la capacitación de Superliga en representación del club donde he pasado toda mi vida, se han formado mis hijos. Eso no hay que guardárselo. En algún momento hay que devolver a la gente lo que ha recibido de la gente”, argumentó.
El directivo indica que la vocación de servicio obedece a la formación que recibió. Eso lo llevó a elevar la bandera de la solidaridad. Pero para que esta insignia flamee bien alto es vital observar y escuchar las necesidades de la comunidad.
“Tiene que ver con la gente que uno está en contacto, desde mi familia, compañeros de la escuela, amigos del barrio. Me he formado con valores. Soy bastante riguroso en eso y me critico mucho a mi mismo. Me hice la obligación de escuchar a los demás. Es una característica que no es muy común y sería bueno escuchar al otro para entenderlo, para ver sus necesidades y ver como nos complementamos. Solo es imposible que alguien haga caminos. En el complemento con el otro y la solidaridad hacia el otro es donde podemos crecer como persona. Esa es la idea rectora donde me he manejado siempre”, explicó.
Multifacético.
En los clubes, Rodolfo desarrolla distintas actividades. Se ofrece para gestionar, pero habitualmente realiza trabajos relacionados a la construcción o al mantenimiento en los distintos predios. “A lo largo de mi vida aprendí bastante. Mi viejo, mis abuelos, mis tíos eran albañiles. Todos se hicieron en el ámbito de la construcción. Siempre nos dimos mañas para hacer cosas y aprender. He aprendido en Patronato con Juanca que es quien hace todo. Con él aprendí a soldar, también aprendí de electricidad. Es cuestión de observar y no autolimitarse. Tal vez hay cosas que no puedo alcanzar, pero eso me tengo que enterar al final. Siempre trato que poner todo para tratar de alcanzar las metas y hacer lo mejor que se pueda. He aprendido bastante y sigo aprendiendo. En el grupo de trabajo que conformamos en Universitario cada uno pone su punto de vista. Siempre tengo que estar atento porque siempre hay alguien que sabe más que uno”, interpretó.
Las jornadas de trabajo y solidaridad son largas. Demandan tiempo que muchas veces pueden ser destinadas para la familia. Pero la vocación de servicio es más fuer- te. Por eso no hay cansancio físico que lo frene. Rodolfo está presente, extendiendo su mano. Porque el aporte que brinda lo satisface.
“Muchas veces llego a mi casa cansado de trabajar, pero con la satisfacción del deber cumplido. Uno le retacea el tiempo a la familia y se lo dedica a estas tareas, pero a uno lo conocen. Por eso en casa me perdonan cualquier cosa. Me acompañan a las actividades en los distintos clubes. En ese sentido terminar el día después de haber realizado lo que me gusta es una gran satisfacción”, finalizó.
Una cabina sanitaria en la U
Proyectando el regreso a la actividad deportiva Rodolfo Emery, junto al grupo de trabajo del club Universitario, diseñaron una cabina sanitaria destinada para la desinfección de la indumentaria y el calzado. “armamos una estructura con los elementos que estaban al alcance en el club. Lo probamos y funciona bien”, indicó Emery.