Esta noche, el pianista y compositor Carlos Negro Aguirre volverá a encontrarse con el público de Paraná para estrenar su nuevo disco, Calma, primera producción que realiza con el Carlos Aguirre Trío que comparte con el santafesino Fernando Silva en contrabajo y el villamariense Luciano Cuviello en batería.
"Calma", el nuevo disco de Carlos Aguirre Trío que pone el acento en la melodía
Esta noche, el pianista y compositor se presentará con entrada gratuita junto a Fernando Silva en contrabajo y Luciano Cuviello en batería
19 de septiembre 2018 · 23:28hs
El recital será en el marco del Ciclo de Música Litoraleña que se lleva a cabo en el Centro Cultural y de Convenciones La Vieja Usina, organizado por la Secretaría de Turismo y Cultura de Entre Ríos. Tendrá lugar esta noche a las 21 en La Vieja Usina (Gregoria Matorras 861), con entrada libre y gratuita.
Con este trío, Aguirre explora nuevas sonoridades dentro de sus habituales búsquedas y se despega, en cierta medida, de la raíz folclórica para dar lugar a un concepto más abierto, de músicas que no aluden directamente a ritmos conocidos y que abrevan en diversas influencias tales como el jazz, la música brasileña y la música académica.
"Calma lleva ese nombre porque tal vez es un período de mi vida donde de alguna manera estoy buscando callar un poco la mente. Vivimos en un mundo muy vertiginoso y muchas veces no deja que se manifieste al alma. Nos gustó la palabra calma porque incluye la palabra alma y de alguna forma creemos que ambas palabras están en una misma sintonía", señaló Aguirre a Escenario.
De tu lado del mar, dedicado al pianista portugués Mario Laginha, Las flores de Rosalía; Hiroshi, Kalimba, Dentro mío, Palabras para nombrarte y Voces de otra vida y de otro lugar, son los temas que integran este disco, todos de autoría de Aguirre.
El compositor destacó que compuso las canciones imaginando el universo de un trío y que de un momento a otro quisieron salir a la luz.
"El del trío es un formato que tenía ganas de experimentar desde hace un buen tiempo y que actualmente, en mi propio trabajo y mi vida musical, convive con otros proyectos en los que toco con más o con menos personas. Pero era un formato que me daba ganas de experimentar, en especial dando paso a la improvisación, algo que en otros proyectos he insinuado, pero en este la improvisación tiene un espacio fundamental. Busqué dos compañeros para este proyecto, a Fernando Silva en el contrabajo y a Luciano Cuviello en la batería porque sentí que ellos resonaban con esa búsqueda que yo estaba queriendo hacer, tanto en el aspecto musical como en el humano, entonces emprendimos un trabajo de unos cuatro años donde nos fuimos juntando con cierta regularidad y logrando una manera de tocar más despojada".
Con respecto a este último punto, Aguirre añadió: "Las nuevas sonoridades tienen que ver justamente con buscar una trama más despojada, tocar lo menos posible, que haya mucho silencio y que no haya esa cuestión tan característica de las músicas que circulan, que es el virtuosismo, la velocidad, sino la austeridad y poniendo mucha intención en la melodía. Que la melodía sea la reina de la música, de tal manera que cualquier persona que escuche este disco por primera vez pudiera llevarse a su casa alguna de las melodías que aquí se presentan, y que eso resulte de una simple escucha. Ese es el concepto que trabajamos; limpiar, de alguna manera, nuestra forma de tocar, quedarnos con lo esencial. Fue un ejercicio lindísimo en el que nos metimos los tres y fuimos experimentando diversas maneras de llegar a ese mismo concepto. Fue una experiencia muy enriquecedora para los tres".