La alegría por la clasificación de Argentina a los octavos de final del Mundial de Rusia se transformó en preocupación para muchos en apenas unos segundos. Es que minutos después del agónico triunfo sobre Nigeria por 2 a 1 trascendieron imágenes de Diego Armando Maradona que despertaron alarma.
Así debieron sacar a Maradona del estadio tras el partido con Nigeria
El excapitán de la selección apenas podía caminar tras la clasificación de la selección.
26 de junio 2018 · 18:11hs
Durante el partido contras las Águilas Verdes se lo pudo ver al excapitán de la selección viviendo el partido con la intensidad que lo caracteriza. Fue captado por las cámaras televisivas en reiteradas oportunidades gesticulando, rezando, riendo y hasta insultado. Pero instantes después del pitazo final debió ser retirado por un asistente del sector que ocupaba. Casi sin poder caminar.
Según trascendió, a Diego le bajó la presión y debió ser atendido por los médicos del estadio. A los pocos minutos estaba recuperado y pudo retirarse del lugar caminando con normalidad.
Maradona ingresó al estadio para ver a Argentina con un buzo distintivo de México 1986, pero tanta adrenalina descargada lo hizo quedarse rápidamente en remera, incluso antes de que empiece a rodar la pelota.
Amable, se sacó fotos en su palco con cientos de fanáticos que se acercaron y hasta se dio el gusto de bailar con una nigeriana.
Incluso, hasta se tomó una par de fotografías que se viralizaron por redes sociales con Guillermo Cóppola, con quien estaba distanciado luego de haberlo representado por años.
Luego de hacer su clásico gesto de huevos, cuando empezó el partido se lo vio gesticulando en más de una ocasión y vibró con el gol de Lionel Messi, al punto tal que se abrazó a sí mismo y lanzó un "gracias Dios".
Con el empate de penal de Víctor Moses, se le desdibujó la sonrisa de la cara y se puso tan nervioso como el equipo de Jorge Sampaoli.
Sin embargo, festejó alocadamente cuando Marcos Rojo convirtió el gol de la clasificación y hasta se abrazó con una persona que no estaba entre sus allegados.
Después del tanto, se lo vio con la manos pegadas, mirando al cielo y agradeciendo por la clasificación.