La Escuelita de Skate cierra el año con una última clase, en el skatepark público que se encuentra en el predio de la plaza de Las Naciones, este sábado desde las 9.30 hasta las 11 teniendo en cuenta que, en verano, la temperatura se siente fuerte en la pista.
Será con esperanza la última clase en la Escuelita de Skate de Paraná
La despedida llega cargada de expectativas porque empiezan a escucharse las primeras intenciones para apoyar, desde el Estado, el desarrollo del proyecto en 2020. Justo el año en que el skateboarding se convertirá en deporte olímpico cuando debute en los Juegos de Tokio. Igual, ese es otro tema. Acá, en la capital de Entre Ríos, pasaron cuatro años en donde solo llegaron promesas que nunca se concretaron.
Incansable, Rodo Pusula el profe de la escuelita, mantuvo el proyecto autogestionando los recursos con los padres y las familias que se acercaron a las rampas que fueron construidas en la intendencia de Blanca Osuna.
En el grupo siempre estuvieron incluidos los niños que llegan de Puerto Viejo, Bajada Grande y Mosconi, como para nombrar algunos de los barrios que están en la zona y siempre aportan nuevos deportistas.
El ejemplo
En el país, a principios de diciembre, tomó relevancia el trabajo que vienen realizando en la villa 31 de Retiro (CABA) con el proyecto de "skate integrador". A principios de diciembre, Milton Martínez, que fue elegido como el mejor skater del año a nivel mundial, llegó hasta las rampas para respaldar la iniciativa.
El programa Aerial TV registró el momento que fue grandioso por la transcendencia mundial que se ganó el marplatense. Mirá
Hace cuatro días el skater Paris Laurenti también llegó hasta el Bowl del barrio Padre Mujica, caracterizado como Papá Noel para repartir regalos y diplomas entre los chicos y las chicas de la escuelita.
"Sin dudas esta fue una de las experiencias más lindas y enriquecedoras que viví con el skate", escribió en su cuenta de Instagram
En Paraná desde el primer día que tomaron la decisión de construir el skatepark fue con con la intención de generar un espacio de inclusión con los niños y las niñas de los barrios aledaños. Si bien, volviendo a los últimos cuatro años, el espacio quedó a la buena de los dioses, que en algún momento se distrajeron porque hasta le intrusaron una calle paralela, todavía se mantiene en pie y ahora con una escuelita que se llena de esperanzas.