Federico Cauvet pintará mañana mientras transcurre El Dorado SkateFest
El artistas plástico emprenderá un viaje por Europa para seguir experimentando con los murales. En el skatepark tiene la idea de intervenir una tela con aerosoles y marcadores. “No hay un freno cuando estás en movimiento”, advirtió sobre la experiencia de trasladarse por el mundo trabajando.
5 de febrero 2016 · 16:33hs
Federico Cauvet pintará mañana sobre una tela con aerosoles y marcadores mientras transcurre El Dorado SkateFest que se realizará en el skatepark público de Paraná con entrada libre y gratuita.
Hoy a la mañana Federico recorrió el skatepark que está detrás de la plaza de Las Naciones, al final de la costanera.
Llegó temprano, se prendió un cigarrillo y se sentó sobre una rampa de espaldas a la pista y de frente a los árboles que llenan de sombra el espacio verde.
Lo primero que resalta es que se sorprendió con el skatepark porque, en principio, no lo conocía. Con un pantallazo ubica mentalmente cada unos de los puestos que se pueden armar en una gran feria relacionada a la cultura de los deportes extremos.
“No tenés que cerrar el parque, tenés que incluir a todos los viven en la zona y explicarle como funciona”, reflexiona en un momento de la charla.
UNO le preguntó su visión sobre Paraná: “En la ciudad hay mucha gente que se expresa, que hace cosas y muy buenas. En la música, la plástica, el teatro, los deportes extremos. Lo hacen bien y desde hace rato. Da la sensación que cada uno sigue produciendo dentro de su casa. Faltarían lugares comunes que perduren en el tiempo”.
“Fijate en las plazas. La gente va hacer deportes,a tocar música, a crear. Es un indicio. La gente busca expresarse y deja de lado ser llevado como una vaca a lugares para gastar. Mirá lo que es este skatepark. En este predio, con tanto verde, tendría que armarse una súper feria”.
Mecanismos
Después de un buen rato de charla, abajo de los árboles acompañados con el canto de algunos pájaros, Federico encontró una definición para su trabajo: “Mecanismos para la incentivación de la imaginación”. Así denomina sus obras. “Mi arte es un engaño visual. No hay una realidad específica entre la luz y la sombra. Busco romper el esquema visual. Con la misma vibración de los colores, los contrastes, las texturas”.
Su búsqueda comenzó en 2001 cuando el país estalló en miles de pedazos y dejó “heridos” por todos lados.
Desde chico sabía que tenía facilidades para copiar y empezó a conocer las ventajas de manejar la luz, la sombra, la proporción y la perspectiva.
En Córdoba consiguió el título de Diseñador Industrial y en el medio trabajó como caricaturista. Buscó más “privacidad” y se fue a vivir a Buenos Aires en donde se chocó con un Estado represivo que censuraba las expresiones en las plazas y en los espacios culturales.
Lo agobió la situación y se fue a viajar por Bolivia, Perú Colombia y Venezuela.
En el medio del viaje pintó por primera vez un mural en su vida.
Llegó a cantar canciones en los colectivos de Venezuela para juntar dinero y vivir una semana más: “En esas situaciones te das cuenta que el brillo de la vida es otra”.
Todo salió bien y se convenció de que “no hay un freno cuando estás en movimiento”.
Después de viajar tres años volvió a Paraná y se armó un taller en un espacio que le facilitaron sus padres.
Pintó cinco murales y está más que conforme.
Ahora está armando el viaje a Europa que realizará en marzo para seguir experimentando con los murales. Tiene en mente la idea de subir una agenda a Internet en donde los potenciales clientes elijan una fecha para la obra y armar el viaje, al lugar del mundo que sea, para pintarla.