Oscar Suárez vivió por distintas etapas a lo largo de su vida. Adquirió la pasión por el ciclismo por herencia familiar. De muy pequeño comenzó a competir. Sus primeros títulos llegaron cuando tenía 8 años. Acumuló varias medallas a nivel provincial y nacional y en distintas categorías.
Oscar Suárez sigue pedaleando en la vida
Fue un ciclista destacado de la década del 70 y 80. A los 35 años le diagnosticaron esclerosis múltiple. El año pasado escribió un libro en el que relató su vida deportiva y su rehabilitación.
Por Matías Larraule
19 de febrero 2019 · 22:41hs
Representó al seleccionado nacional en campeonatos Panamericanos y Mundiales. Su trayectoria fue destacado por la recordada revista El Gráfico. Pero un accidente en plena competencia motivó su prematura despedida de las pistas. Posteriormente le diagnosticaron esclerosis múltiple. A partir de ahí todo cambió. Pasó de tener una vida muy activa a otra más sedentaria.
Oscar atravesó por distintos momentos anímicos. Su rehabilitación lo llevó a recorrer el mundo. Dentro de este escenario la vida le dio un guiño. Le permitió conocer sectores que los llevó a observar lo cotidiano con otros ojos.
Entendió que podía transmitir un mensaje gracias a la lucha constante de varios compañeros con los que convive a diario en el Centro de Atención integral y cuidados especiales (Caice), de Paraná.
Impulsado por sus terapeutas ocupacionales y su psicóloga, Oscar comenzó a narrar sus historias de vida. Se familiarizó con su notebook. Compartió en palabras su recorrido en el deporte que tanto le apasiona. Pero también contó sus años en su trabajo en el casino, su enfermedad y su rehabilitación. Dejó un mensaje para luchar ante cualquier adversidad en la obra que bautizó "no abandones antes de tiempo".
En la pista. El ciclismo le permitió experimentar años inolvidable. Gracias a esta disciplina recorrió Sudamérica representando al seleccionado nacional. Concentró durante tres años en la década del 70 en las instalaciones del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), que por ese entonces se denominaba Centro Deportivo Nacional (Cedena). En este predio llegó a compartir concentración con el exremero Alberto Demiddi
Su pasión por el deporte pedal la adquirió por herencia familiar. "Mi viejo fue ciclista y él me inculcó el ciclismo", recordó Oscar, en diálogo con Ovación durante un recreo en su rehabilitación. A los 6 años comenzó a practicar esta disciplina. Los títulos llegaron rápidamente. En su carrera acumuló 11 campeonatos entrerrianos infantiles y cuatro provinciales juveniles. También celebró a nivel nacional. Se adjudicó el Argentino juvenil en Rosario y reiteró posteriormente en el velódromo de Esperanza.
Oscar nació en Paraná el 16 de enero de 1962. Por el trabajo de su padre vivió en distintas localidades del país. No obstante, de muy pequeño se radicó definitivamente en la capital entrerriana. Se crió en calle Churruarrín, en las inmediaciones del Club Atlético Patronato de la Juventud Católica. Se hizo fanático de la entidad de su barrio, aunque confiesa que tiene el corazón dividido entre el Santo y River. De todos modos las raíces tiran más. Lució los colores del club de su barrio cuando representó al seleccionado argentino en el Campeonato del Mundo que se celebró en Buenos Aires y en el Panamericano de San Pablo.
Un golpe en una rodilla en plena competencia le puso un freno a su carrera cuando tenía apenas 24 años. Su última carrera fue en el año 1986 en el velódromo de Esperanza. "No podía recuperarme y Humberto Varisco, que en ese entonces era el intendente de la ciudad y anteriormente me había entrenado, me propuso realizar la academia en Colón para comenzar a trabajar en el casino", rememoró Oscar.
Otra carrera. Once años después de su retiro de las pistas a Oscar le diagnosticaron esclerosis múltiple en el hospital de Clínicas, en Buenos Aires. Ahí inició otra competencia: la rehabilitación. "Por esta enfermedad viajé en dos oportunidades a Cuba, donde hice rehabilitación de fisioterapia y kinesiología. También viajé a China, donde realicé un tratamiento en base a células madre. Ahí observé cosas abrumadoras. Muchos niños conectado con cables que me chocaron mucho. Yo tenía un resfrío al lado de lo que le sucedía a ellos", resaltó.
Desde hace 15 meses Oscar lleva adelante su rehabilitación en el Caice. "Venía medio a los tumbos en mi vida, pero venir acá me cambió la vida. Me ayudó a observar la vida de otra manera. Cuando tropezás comenzás a valorar otras cosas. Acá me ayudan a progresar, a tener una vida mejor", agradeció.
En su nuevo espacio de rehabilitación gestó la obra que materializó en el papel y en la que se inspiró en la autobiografía del boxeador Sergio Maravilla Martínez. "Mis terapeutas y mi psicóloga me impulsaron a contar las memorias. Ahí comencé a escribir, pensando en muchos de mis compañeros que se están rehabilitando, pero también me ayudó el libro Corazón de Rey. Me sentí muy identificado con él, con la vida que tuvo".
Expresar sus vivencias fue una terapia para Oscar. "Contar estos relatos me ayudó a desahogarme. Expresé muchas cosas que tenía dentro mío. Pero también me ayudaron mis compañeros. Ellos me dieron mucho estímulo y gracias a ellos nació el nombre del libro "no abandones antes de tiempo". Ellos no se entrenan. Siguen luchando hasta lo último", valorizó.
Oscar Suárez es un ejemplo de superación. Todos los día pedalea la vida.