El rol del burro y el buey, siempre estratégicamente ubicados para darle calor al niño Dios, debe cambiar completamente, ya que Benedicto XVI afirma en su libro La infancia de Jesús que en el nacimiento de Belén no estuvieron presentes estos animales.
El Papa quitó animales del pesebre
El Papa sostiene que Jesús nació en Belén en una época determinada, y su madre fue una virgen elegida por Dios, tal como dice la Biblia.
Benedicto XVI sostiene que los evangelios no mencionan la presencia del buey y el burro. La explicación sobre la presencia de estos animales es posterior, puesto que el lugar donde nació Jesús era un sitio donde se refugiaban y comían animales.
“La iconografía cristiana captó muy pronto ese motivo”, dice el libro, y “colmó esa laguna”; de esta manera, la tradición se encargó de poner un pesebre con estos animales y le agregó la teoría de que el aliento de estos seres vivos sirvió para darle calor al bebé recién nacido.
No hay evidencia que confirme su nacimiento en Belén
El libro del Papa será recibido por los católicos del mundo; sin embargo, investigadores que han analizado y seguido el rastro terrenal de Jesús de Nazaret coinciden con la teoría de que el hombre considerado el hijo de Dios en realidad nació en Nazaret.
Según los evangelios de Mateo y Lucas, Jesús nació en un establo de la ciudad de Belén, porque sus padres no habían encontrado lugar en las posadas del pueblo. Esta composición, muy posterior a los hechos históricos, está relacionada con las profecías de Miqueas, del siglo VIII a.C., que predecían el nacimiento del salvador de Israel en ese lugar y como descendiente del rey David.
Los historiadores que han analizado los evangelios, no sólo los canónicos sino los apócrifos, coinciden en señalar que esta composición no se relaciona con la biografía, sino que fueron escritas a partir de la fe en Jesús como salvador.
El prestigioso sacerdote José Antonio Pagola, que investigó la vida de Jesús durante más de 20 años, asegura en su libro Jesús, aproximación histórica que lo más probable es que haya nacido en su aldea, Nazaret, y de hecho, los evangelios 'oficiales' de Marcos y Juan hablan de Jesús "el de Nazaret".
Conviene recordar que durante siglos se ha utilizado el lugar de nacimiento casi como un apellido y los propios Evangelios lo sostienen.
El libro de Isaías es el que profetiza el nacimiento del niño que salvará a Israel y que su madre será una virgen. Estas profecías contribuyeron a la creación de los relatos del Nuevo Testamento, que de ninguna manera invalidan la fe y creencia en la figura de Jesús, tanto para los investigadores católicos como para muchos cristianos que también reconocen estos hechos.