Desde hace unas tres semanas se registra en Paraná una inusitada invasión de mosquitos que agobian a la población. Y si bien con los días va menguando la cantidad, todavía afectan a los vecinos desprevenidos que salen al aire libre sin protección.
Mosquitos en Paraná: alta demanda en control de plagas
Además de que son muchos, la intensidad con la que pican es una de las cuestiones que más llamaron la atención y llevaron a la gente a comprar desesperada repelentes –y pronto se acabó el stock en numerosas farmacias y otro tipo de comercios–, espirales y pastillas para los dispositivos que suelen ahuyentarlos.
Pero también hizo que se incrementara la demanda de los servicios de controles de plaga en la capital entrerriana, sobre todo en los espacios como quintas, bares al aire libre o con patios cerveceros y en algún que otro evento que se desarrolló a cielo abierto debido a los protocolos ante el Covid.
“Se incrementó el trabajo en el rubro”, confirmó a UNO Rubén Ríos, titular de una de las empresas de fumigación más conocidas de la región, con casi 25 años de trayectoria, quien explicó: “Esta es una situación bastante complicada de controlar, por cuanto el mosquito es un insecto volador y se lo puede erradicar de un lugar, por muy poco tiempo cuando se trata de un espacio al aire libre. En los interiores dura un poco más el efecto residual del producto que utilizamos, que es de muy buena calidad”.
“En los patios cerveceros que nos llaman hacemos fumigación todos los viernes, si no directamente no pueden trabajar. En casi 25 años en el rubro, nunca vi una invasión semejante de mosquitos”.
Según contó, mucha gente pensó que esta sería una invasión breve de mosquitos, pero al advertir que la presencia de estos insectos era más persistente de lo habitual, comenzó a aumentar la demanda de los fumigadores.
A su vez, aseguró: “Es un mosquito diferente a los que tenemos cada año. Este vuela a una altura mucho más elevada que otros mosquitos: antes se veía alguna especie que llegaba en los edificios hasta el segundo o tercer piso, pero este vuela hasta el 10º piso. E incluso no desaparece cuando se enciende el aire acondicionado. Es terrible cómo pica”.
Más grande y agresivo
A través de la página oficial de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Nicolás Schweigmann, director del Grupo de Estudios de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de esta Casa de Estudios, aclaró que el mosquito que actualmente invade distintas zonas del país, entre las que se incluye Entre Ríos, es el “aedes albifasciatus, que, si bien también es aedes, no tiene nada que ver con el aegypti”.
El especialista explicó que la inusual proliferación de este mosquito se debe a que “el año pasado hubo una sequía prolongada, que permitió que se acumularan muchos huevos en los bordes de los charcos, que es donde ponen los huevos estos mosquitos”. Sobre este punto, señaló: “Se acumularon miles y miles de huevos, porque las hembras siguen poniendo los huevos en la tierra, en las depresiones donde se forman los charcos. Entonces, después una lluvia importante, provocó explosiones demográficas, como la del 19 o 20 de enero en la costa, que la gente se quejaba de los mosquitos en la playa”.
Sobre algunas particularidades de este mosquito, Adrián Díaz, doctor en Biología, director del Laboratorio de Arbovirus del Instituto de Virología de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de la Argentina (Conicet), comentó a UNO: “El aedes albifasciatus es un mosquito bastante grande si lo comparamos con el aedes aegypti y el culex, que es el otro mosquito que suele haber habitualmente en esta zona. Además, suele ser bastante agresivo. Si uno pasa por un baldío donde hay un criadero, es como que se pegan al cuerpo y se quedan picando. En cambio, el aedes aegypti es más histérico y nervioso, que va y viene”.
“Otra singularidad del aedes albifasciatus es que es una de las especies de mosquitos más tolerantes al frío, y hasta se lo encuentra en la Patagonia. Cuando llegan las estaciones de menor temperatura, como el otoño y el invierno, es el último de las ciudades que tarda en desaparecer: el primero es el aedes aegypti y luego el culex”, acotó el biólogo, quien comentó que, según la última investigación, hay 1.088 especies diferentes de mosquitos en la Argentina y en Entre Ríos son 53 especies las registradas hasta ahora.
Por otra parte, indicó que con la actual ausencia de lluvias, este mosquito irá cumpliendo su ciclo de vida y se lo dejará de ver en breve.
Otras plagas
Sobre otros insectos cuya aparición es habitual en esta época del año, Rubén Ríos contó que se han visto bastantes grillos este verano, aunque aclaró que es la cantidad normal que aparece en verano, y que han sido los alacranes y las cucarachas más pequeñas las que, además de los mosquitos, también generaron una mayor demanda del servicio de control de plagas.
“Nos han llamado mucho por alacranes. Por eso estamos limpiando cañerías, que es el lugar principal donde se alojan. También hubo bastantes arañas, y muchas cucarachas de las chiquitas, que son difíciles de controlar y combatir. En estos casos hacemos un tratamiento que da muy buen resultado y llegamos a hacerlas desaparecer definitivamente de una casa”, afirmó.
Por último, comentó que la pandemia del Covid-19 también hizo que más empresas y particulares los llamen para desinfectar con amonio cuaternario las superficies.