El proyecto de Promoción de la Alimentación Saludable, conocido como Ley de etiquetado frontal, es la iniciativa que busca marcar con un sello octogonal negro los empaques de productos que contengan exceso de azúcares, grasas, calorías o sodio. El texto debía ser tratado el martes al mediodía en la Cámara de Diputados en una sesión especial que había sido convocada por el Frente de Todos, pero el oficialismo no consiguió el quórum, y abrió una nueva pelea con la oposición y el tratamiento de la Ley quedó nuevamente postergado.
Pesan más los intereses que nuestra salud
Si bien el proyecto ya tiene media sanción del Senado, de no obtener un aval inmediato en Diputados, cerrará otro año sin aprobación definitiva. Esta dilatación no es inocente, sino que responde al lobby impulsado por compañías como Coca Cola, Molinos, Quilmes (que embotella productos de Danone, Nestlé y PepsiCo) y Arcor, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham) y los ingenios de Salta, Jujuy y Tucumán nucleados en el Centro Azucarero Argentino (CAA).
La ley que hoy se encuentra estancada contempla otros puntos determinantes para la protección de los consumidores. Por ejemplo que en el octógono negro de bordes blancos se detalle el exceso del nutriente crítico que corresponda (azúcares, grasas, calorías o sodio). Esto se traduciría en que los ciudadanos tengan acceso a la información que hasta el momento se está vulnerando.
Al mismo tiempo, los valores máximos de los componentes críticos se corresponderán con los parámetros establecidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El marco normativo también contempla la prohibición de publicidad y venta de productos que ostenten al menos un octógono en escuelas y colegios, un aspecto más que importante ya que es en los kioscos de las instituciones educativas donde generalmente no abundan propuestas saludables, y por ende cada vez más chicos presentan obesidad y sobrepeso.
La iniciativa establece que los envases con el octógono negro tampoco deberán tener información nutricional complementaria, frases con publicidad, promoción, patrocinio o avales de sociedades científicas o asociaciones civiles, ni personajes infantiles, celebridades, deportistas o mascotas y la promesa de entrega de premios o regalos. En diálogo con La Radio de UNO (La Red Paraná 88.7), la responsable del Área Alimentación Saludable de la Coordinación de Prevención de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) del Ministerio de Salud de la provincia, Evelyn Baraballe, sostuvo que actualmente el 40% de los niños y adolescentes tiene exceso de peso, y seis de cada 10 personas adultas presentan elevado pesos asociados a otras enfermedades crónicas. Asimismo, la especialista remarcó que de acuerdo a diferentes encuestas, solo el 15% de la población alcanza a interpretar la tabla vigente en los alimentos.
Tras no tratarse el proyecto el martes queda en evidencia que el congreso elige apoyar los intereses de los grandes grupos y empresas. Entre las posturas en contra del proyecto, la AmCham alertó que la normativa traerá aparejados “obstáculos al comercio y la producción”. En cuanto a su implementación por parte de la industria, afirman que presenta efectos económicos negativos con relación a costos de fabricación y empaquetado, especialmente para las pymes. Sin embargo, el etiquetado no implicará un encarecimiento de los alimentos, este es un argumento que solo busca imponerse sin tener en cuenta el beneficio que realmente implicaría acceder a la información que hasta ahora se oculta. Siendo que Argentina es uno de los países con un alto índice de población obesa, diabética, hipertensa y con sobrepeso o colesterol, esta ley resultaría una fuerte respuesta a estas problemáticas. Hace años que desde el Ministerio de Salud de la Nación se busca combatir estas enfermedades. No obstante, en tanto y en cuanto pesen más los intereses de las grandes compañías por sobre nuestra salud, lejos estaremos de revertir esta situación y las muertes que conlleva.