Mientras en la Redacción de Diario UNO buscaba escapar del calor reinante en la calle, y esperaba por el comienzo de Banfield-Patronato escuchando la previa de la 97.1 La Red Paraná, cometí el error de leer algunas de las declaraciones que realizó el expresidente Mauricio Macri. Y digo error porque definitivamente me hicieron reflexionar en un día que quizás uno espera un poco más de tranquilidad mental, sobre todo cuando le toca trabajar.
Las frases de Macri, después de Macri
Pero bueno, a veces trato de aislarme del mundo deportivo y me preocupo por informarme para después sacar algunas conclusiones, para echar por tierra ese pensamiento que tienen algunos que dicen que los periodistas deportivos solo tenemos una pelota en la cabeza. Entonces, me aislé un poco de todo y comencé a desmenuzar las palabras de la persona que estuvo al frente de la Argentina durante cuatro años.
Ya en los primeros párrafos de la noticia mencionaba que Macri hizo su primera aparición pública después de volver de las vacaciones, siendo esto algo que la verdad no me llamó la atención. En su mandato, tuvo muchos períodos de descanso, incluso en momentos complicados. Pero sus declaraciones las hizo en un lugar maravilloso como Villa La Angostura, con un balance sobre la última etapa de su gobierno.
Fue ante un grupo de seguidores del PRO y algunos lo definieron como casual. La verdad, vale la pena leer cada una de las frases de Macri para entender cuál es el país que nos dejó.
“Estoy convencido que esta vez no nos van a llevar puestos como en el 2001”, dijo muy suelto de cuerpo. “La verdad de los últimos 30 días, a pesar de estar física y anímicamente destruido por ese año y medio, fue una experiencia increíble. Me llevaba la energía de todos ustedes. Me llevaba, me llevaba, me llevaba”, agregó el exjefe de Estado sobre el último tramo de la campaña presidencial, donde protagonizó actos masivos en todo el país.
Está claro que recorrer el país en sus últimos días como presidente fueron el resultado de una primera elección donde los números no fueron los esperados. La diferencia obtenida por Aníbal Fernández fue abismal y obligó a Juntos por el Cambio a modificar la estrategia utilizada, volviéndose un poco más “humanos” en el contacto con la gente. Fue un manotazo de ahogado que sirvió para acortar un poco el margen.
Después, Macri ahondó en una situación que no entendí demasiado: “Era impresionante lo que sentíamos y llorábamos... Eso es lo que nos dejó esa situación amarga de no poder continuar, pero convencidos de que no nos van a llevar puestos como en el 2001”.
Es difícil saber si realmente Macri supo lo que sucedió en esa época, cuando el gobierno de Fernando De la Rúa cayó inmerso en una crisis que nos llevó a un abismo profundo. En otro tramo de la actividad, el exmandatario reveló que planteaba recaudos hacia el interior de su equipo gubernamental sobre el nivel de endeudamiento durante su gestión: “Yo siempre les decía a todos, cuidado, que yo conozco los mercados, que un día no te dan más plata y nos vamos a la mierda”. Y lamentó que sus funcionarios y allegados le pidieran que se quedara “tranquilo” ante el incierto frente financiero. En este tramo, una sonrisa se dibujó en mi rostro, pensando cómo puede ser que esta persona haya sido presidente de un país. Si sabía que nos íbamos a la mierda, por qué no hizo nada para cambiar el panorama. Tan futbolero que es, está claro que había que hacer un cambio de frente para buscar una salida. Pero no, prefirió seguir por un camino que fue cada vez más aterrador y lejos de las urgencias de la gente.
Macri agregó: “Sentí que tenía sobre mi cabeza a los 44 millones y sabía que no íbamos a poder seguir tomando deuda eternamente, que no podía para ningún lado achicar ese gasto, mismo dentro de Cambiemos había problemas”. Al leer este párrafo me dije a mí mismo: basta. Sentí un nivel de hipocresía muy alto y enseguida traté de sacarme sus palabras de mi cabeza para concentrarme en otra cosa. Sin dudas que las frases de Macri, después de Macri, son palabras vacías de una realidad que nunca fue la que vivimos.