La secretaria de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, salió con los tapones de punta a acusar a un kirchnerista del violento y repudiable ataque que padeció el intendente de Basavilbaso, Gustavo Hein, que además es precandidato a diputado nacional por Juntos por el Cambio. No es la primera vez que Bullrich hace una denuncia públicamente, la maquinaria mediática se encarga de propagarla con toda la furia y luego algunos pocos se encargan de aclararla o de saber qué pasó realmente.
El que pega primero, pega dos veces
Hace pocos días leí que el corrupto de José López no quería que los dólares que le secuestraron en el convento fueran entregados al hospital Garrahan y Gutiérrez. La noticia así planteada hace que uno se enoje un poco más con el exfuncionario kirchnerista que robó. Sin embargo, si uno lee la nota completa se da cuenta de que el condenado exsecretario de Obras Públicas durante el kirchnerismo quiere que los 9 millones de dólares (que no los afecta la mala economía macrista) permanezcan como “prueba” para la causa de los cuadernos de la coima, en la cual también es investigado. Lo que pide López es una cosa obvia, que solicitaría cualquier persona que pretenda defenderse de un delito y demostrar su inocencia. Lamentablemente sigue siendo una deuda pendiente conocer quién o quiénes le dieron esos dólares a López. Para la defensa del corrupto funcionario kirchnerista, pese a la condena, “no se demostró” que el dinero fuera de López y en la causa cuadernos es donde se debe determinar el origen, que el imputado atribuyó al entorno de los Kirchner.
En la actualidad uno cree que está informado por la batería de noticias que recibimos. Cada segundo nos llega algo al teléfono: mataron a un joven en Aranguren, doble femicidio en Villaguay, Macri visitó Oro Verde, paro de colectivos en Paraná, se levantó el paro de colectivos, y así podemos estar horas y horas. Creemos que estamos informados, pero en realidad el bombardeo mediático hace que estemos más desinformados que nunca. No lo digo yo. Hay libros escritos al respecto de lo que padecemos en la actualidad en materia de comunicación. Nos encontramos con un tema, nos indignamos, opinamos en las redes sociales y seguimos adelante. Después jamás sabemos cómo concluyó. Y a ese círculo vicioso de la información hay personas que lo aprovechan. Una vez que se logró estigmatizar, ya está. No hay aclaración que valga. Es más, todo lo que se diga en forma contraria es tildado de falso o comprado. Volviendo sobre el caso de Hein, se probó que el atacante es un simpatizante macrista. Apoyó a Hein en su campaña y tiene publicaciones en su perfil de Facebook en contra de los K. El operativo mediático funcionó, más allá de la aclaración de la Procuración General de Entre Ríos que aseguró que “no hay elementos probatorios sobre motivación política directa en contra de la investidura del intendente como tal o del partido político que preside y por el que llegó al cargo”. No obstante, hay personas que creen que los K atacaron a un candidato a legislador nacional de Juntos por el Cambio porque muchos medios masivos no tomaron en cuenta el comunicado de la Procuración.