“Después de pensarlo un largo tiempo, lo hablé con mi papá y decidí hacerlo”, fue lo que contó el atleta concordiense Dylan Van Der Hock. El entrenamiento es todo para este chico de 18 años, pero muchas veces se transforma en un escollo no poder estar en las mismas condiciones que sus colegas. La falta de un par de calzados de alto rendimiento que le permitan seguir con su mente puesta en clasificar al Mundial de atletismo del año próximo en Kenia, lo llevó a tomar una decisión que por suerte pudo resolver favorablemente.
Dylan tuvo eco y se hizo oír
Con mucha pena pero anteponiendo el día a día, tomó la determinación de “rifar” su reloj de alta prestación. Un Garmin Fr 15 con banda cardíaca, que influye positivamente en sus planes de entrenamientos, ya que Dylan realiza 8 kilómetros de entrenamiento durante la mañana y otros 15 en la tarde. Lo cierto es que este jovencito vio como salida más inmediata poner a la suerte de quien se lo lleve, para llegar a la suma de unos 15.000 pesos para comprarse esas zapatillas.
En una vivienda con varios hermanos y pese al trabajo de papá y mamá, muchas veces este tipo de inversiones es casi imposible de llevar a cabo. Incluso el mismo corredor manifestó que no quería molestar a nadie y por eso decidió rifar su elemento de trabajo. Pero claro, la idea en este tipo de deportistas es que sume herramientas de trabajo y no restar. Hasta el mismo Dylan entendió que el primer no –ya había hecho el pedido– de la Secretaría de Deportes de Concordia era entendible, por la situación que se vive en el marco de la pandemia mundial.
Lo cierto es que una vez que el propio Dylan dio a conocer por las redes sociales que sorteaba su reloj, fueron infinitas las muestras de apoyo que recibió e inclusive muchas personas llamaron a los medios de comunicación para poder ofrecer una colaboración. “Yo soy una jubilada, cobro la mínima, pero con algo lo voy a ayudar”, hasta se llegó a escuchar en el contestador de LT 15 Radio del Litoral. Y sí, esa solidaridad de los que menos tienen, pero lo entienden todo.
Los mensajes y hasta enojos por la falta de apoyo estuvieron dirigidos claramente a un sector, el político, el cual quizás se debería tener un especial “cuidado” para con este tipo de representantes que muchas veces llegan a poner en alto el nombre de la localidad o la provincia o, lo más importante, son inspiradores para que más chicos se vuelquen a la práctica deportiva, con los beneficios que eso ostenta y alejarse así de cualquier otra tentación.
“Obtuve la respuesta de la Secretaría de Deportes de Concordia, me las van a comprar”, contó Dylan al cierre de la semana pasada por lo que su historia tuvo un final feliz. Ahora sí podrá volver a enfocarse nuevamente en entrenar ya que todo este tipo de situaciones lo que genera es “sacar su cabeza” del entrenamiento. Van Der Hock entendió que era necesario recurrir a este pedido de colaboración porque entendía que ese elemento de trabajo le permite acercarse a su sueño denominado Kenia 2021.