Las detenciones se llevaron a cabo en las inmediaciones de la cancha, ubicada en el partido de Avellaneda, y se produjeron por resistencia a la autoridad y restricciones al ingreso (derecho de admisión), en el marco de los operativos de Prevención de Violencia en el Deporte.
También se vieron involucrados referentes de la barra brava de Morón que acompañaban a sus pares de Tigre.
Durante el partido y ya con la abultada derrota, un grupo de hinchas de Tigre rompió parte del alambrado de una de las tribunas generales del estadio Julio Humberto Grondona, pero no ingresaron a la cancha ni generaron incidentes.