Luego de tres meses a la espera de un corazón, murió Justina
Si bien existió la posibilidad de que se encuentren donantes, no se logró hallar un corazón que fuera compatible con el de la niña. Su situación fue empeorando paulatinamente y sufrió una trombosis en una de sus piernas, por lo que tuvieron que amputarle los cinco dedos del pie.
La campaña lanzada por su familia para divulgar su pedido había llegado a distintos puntos del país, despertando una solidaridad ejemplar en gran parte de la ciudadanía. Había sido la nena quien, tras entrar a la lista de espera en el Incucai, le pidió a su familia lanzar una campaña para concientizar sobre la importancia de donar órganos.
Su papá, Ezequiel, la ayudó a crear la campaña "Multiplicate por Siete" que, con el hashtag #LaCampañaDeJustina, se viralizó rápidamente y sumó el apoyo de artistas, deportistas y personalidades de distintos ámbitos.