Lucio Ramos tiene 28 años, juega en el Club Atlético Estudiantes al rugby desde los 14 años y estudia la carrera de Abogacía, además de trabajar en un estudio de abogados. El paranaense contrajo Covid-19 en Perú, mientras estaba de vacaciones y donde además quedó varado cuando la pandemia comenzó a sentirse fuerte en América Latina. Cuando pudo volver a la Argentina, fue la primera persona de la capital provincial que quedó aislada en el Hospital de La Baxada en abril. En ese momento cortó los 20 días sin casos que presentaba Paraná.
Lucio Ramos: "No hay que tenerle miedo a la enfermedad"
Por Andrés Martino
Hoy, ya recuperado, habló con Ovación sobre el duro momento que le tocó vivir y cómo reaccionó ante algo que era totalmente nuevo para él. “La verdad es que no sé bien cómo fue que me contagié. Estuve 17 días en Perú varado y cuando volví hice los 14 días de cuarentena obligatoria, más siete por recomendación de un amigo que es especialista en salud y en el transcurso de esos días se me presentaron los síntomas y tuve que hacer la internación preventiva al Hospital de La Baxada”, sostuvo.
—¿Cómo la pasaste durante esos días?
—Los síntomas míos fueron leves, falta de olfato y gusto, pero el tema es el aislamiento, no fue fácil.
—¿Te señalaron mucho los paranaenses?
—Al principio lo viví con un poco de preocupación por tener miedo a algún tipo de represalia innecesaria digamos, pero tranquilo por otra parte porque hubo pocas personas aisladas por contacto estrecho y ninguna contagiada por parte mía.
—¿Cuándo te enteraste?
—El 27 de abril di positivo.
—No fueron unas vacaciones tan divertidas por lo que contás.
—Eran vacaciones de 14 días y se extendieron un poco más. Allá en Perú el aislamiento empezó antes que acá y fue mucho más estricto porque fue con toque de queda y demás.
—¿Fuiste el primer paranaense aislado?
—Fui el primero en estar aislado en el Hospital de La Baxada. Es decir, yo inauguré el hospital y también fui el primer entrerriano en donar plasma.
—¿A la sociedad qué mensaje le dejarías?
—Que no tengan miedo y que lo importante es la prevención. No hay que tenerle miedo a la enfermedad en sí. Obviamente que la gente más grande y que sean pacientes de riesgo sí tengan más precauciones que otras. Hay muchas personas contagiadas ahora y una vez que estén recuperadas y tienen la posibilidad que donen plasma, porque es un procedimiento sencillo.
—¿En lo deportivo en qué división estás jugando?
—Estoy en el Plantel Superior. En 2017 me operé la rodilla, hice un parate y este año arranqué de nuevo, así que la venía peleando de abajo (risas).
—¿Se hace duro no poder pisar una cancha?
—Sí, estaba con muchas ganas de jugar, pero la pandemia nos pasó a todos por arriba y se frenó todo. Ahora entrenando como podemos desde casa. Hasta hace un tiempo estábamos con Zoom y ahora tengo algunos elementos en el departamento.
—¿Tenés ganas de ver a los compañeros de equipo?
—Estamos desesperados por volver al club. Con estas bajas temperaturas que hay en Paraná tenemos ganas de estar en El Plumazo. De lo que siempre nos quejamos, ahora tenemos ganas de hacerlo.
—¿Esto sirve para valorar mucho más las cosas?
—Todos los afectos se extrañan un montón. Nosotros tuvimos una pequeña muestra cuando fuimos a los merenderos con el club y nos vimos con los chicos. Fue un momento donde estuvimos todos juntos. Fue un reencuentro y dando una mano a mucha gente. Se extraña todo el ambiente.
—¿El club te apoyó siempre?
—Sí, en su momento todos se pusieron a disposición, incluso cuando estuve varado recibí mucho apoyo del club.