Las financieras registran baja actividad previo a las Fiestas

La caída en el volumen de solicitudes de créditos en mutuales y financieras de Paraná es llamativa, sobre todo teniendo en cuenta que la tendencia en años anteriores era un incremento de la actividad durante diciembre.
 

En muchos casos, según indican quienes están al frente de estas entidades, la gente retira dinero para pagar cuentas que adquirió con anterioridad, pero también previo a las Fiestas lo hace para comprar regalos o preparar la casa para la Navidad o el final del año.
 

“Vienen muchas personas pidiendo un crédito, pero en ocasiones son cifras superiores a las que les pueden otorgar si se tiene en cuenta lo que ganan. Además, tenemos un sistema unificado donde se puede ver si tiene otros créditos otorgados y es habitual que haya gente que tiene su sueldo comprometido y no podemos otorgarle uno nuevo”, contó a UNO Emilce, empleada de una financiera.
 

Sin embargo, en el sector reconocen que “la mayoría de los clientes solicita un crédito para saldar deudas anteriores. Es una cadena que se genera y a los que ya los conocemos les prestamos igual”, confió Rubén, quien trabaja en el rubro hace casi 20 años.

“Se fijan si cubren la cuota”
En las financieras en 2011 el monto promedio que se gestionaba era 2.000 pesos, y este año es de 5.000. También hay mutuales que prestan hasta 2.000 pesos únicamente a empleados municipales, cuya cuota se debita a través de recibo de sueldo.
 

“Por ahí la gente no dimensiona la pérdida de valor de la plata, porque los aumentos en los sueldos son inferiores con respecto a la inflación, pero mientras le alcance para pagar la cuota no se fijan en cuánto es lo que terminan devolviendo”, expresó Manuel, titular de una mutual, quien dijo además: “A veces se les sugiere que ahorren ese importe de la cuota para que puedan adquirir lo que pretenden comprar, pero no hay capacidad de ahorro y el dinero que se pide se utiliza normalmente para pagar otras cuentas. Es normal sacar plata para tapar agujeros”.
 

Tanto él como los demás consultados coincidieron en que por ahora la demanda es escasa, pero confían: “Cerca del 25 vamos a vender más créditos, ya que muchos esperan a cobrar el aguinaldo y ver si con eso les alcanza para cancelar lo que ya deben y para comprar regalos para las Fiestas, pero muchas veces no llegan a cubrir esos importes”.

Las tasas aumentaron hasta un 25% durante el último año

Hoy en día los planes tienden a ser más cortos, aunque existe la posibilidad de extenderlos hasta en 24 cuotas. “Se trata de que cancelen en el menor tiempo posible para no perder rentabilidad”, añadió Rubén. Si bien desde el sector prefieren no hablar de los porcentajes de tasas que se cobran, hubo un notable incremento en el último año, que trepa hasta un 25%. “Hay planes que son más baratos y por eso no se puede generalizar”, explicó.
 

Haciendo un cálculo de lo que se ofrece en los clasificados, se calcula que, en general, cada 1.000 pesos prestados se devuelven 12 cuotas de 149. Es decir, se termina reintegrando un importe de 1.788. En 2011, la proporción era que cada 1.000 pesos se pagaran 128 por mes en 12 cuotas.

Más flexibles
Actualmente, para sacar un crédito los requisitos también se tornaron más rigurosos, pero de todas maneras siguen siendo más flexibles que los que se solicitan en una entidad bancaria. Se continúa pidiendo fotocopia del documento, el pago de un servicio que acredite el domicilio, ser mayores de 21 años, los dos o tres últimos recibos de sueldo, pero ahora la antigüedad laboral mínima debe ser de un año para los empleados estatales en planta permanente o de dos años para los que trabajan para alguna empresa privada. “Antes se pedían seis meses, pero al detectar que se incrementó el riesgo de despidos o de rotación de personal se pide mayor permanencia en el empleo”, explicó a UNO Rubén.
 

Si bien en los bancos los créditos se ofrecen a una tasa inferior, la rapidez en las condiciones de otorgamiento genera que las financieras puedan seguir siendo una opción viable para quienes necesitan disponer de dinero en efectivo para determinadas operaciones comerciales de su vida cotidiana.