La pasión por el deporte las unió. La buena química que se generó entre las integrantes de los equipos las hermanó. Se conformó un grupo compacto en el que todas sintieron la necesidad de involucrarse por la sociedad. Porque el compromiso no está solamente dentro un escenario de juego. Porque muchas veces hay que salir a actuar por el resto, por quienes necesitan una mano. De esta manera, los equipos de Deportivo Máquina Futsal y femenino de rugby del Paraná Rowing Club se unieron para darle vida a una jornada solidaria. Se movilizaron hacia el oeste de la capital entrerriana, donde cocinaron 450 porciones de arroz con pollo.
Las chicas y sus equipos se unieron por una causa noble
Por Matías Larraule
La actividad comenzó bien temprano. A las 8 las chicas comenzaron a llegar a la casa de Roberto Gómez, o de Oreja, como lo conocen en barrio San Martín. A los pocos minutos comenzaron a bajar la mercadería. Sobre un sector armaron las mesas para comenzar a cortar la verdura, preparar la salsa y el estofado. En otro punto del frente del hogar el fuego se encendió. El menú se preparó a fuego lento, pero con mucha pasión. Al mediodía los vecinos de uno de los barrios más postergados de la ciudad comenzaron a buscar sus porciones
“Esta idea surgió con un grupo de trabajo. Habíamos conocido hacía un tiempo a Anabella, de Suma de Voluntades. Ella nos trajo al barrio, nos presentó a Oreja (en alusión a Roberto Gómez), que es el referente barrial. Nos gustó la idea de realizar esta movida en el barrio y le metimos para adelante”, relató María Eva Cacciabué, una de las organizadoras de esta propuesta, en diálogo con Ovación.
“Esta iniciativa la proyectamos entre un grupo de amigas de trabajo. Yo con Máquina quiero hacer y compartir todo. Una de mis compañeras de trabajo juega al rugby en Rowing. Ella invitó a sus compañeras de equipo. También nos acompaña Anabella, de Suma de Voluntades”, indicó Eva, quien forma parte de Máquina A y es la entrenadora del equipo muleto del Rojo.
La actividad fue una necesidad institucional para las chicas de Máquina. “Un tiempo atrás Aye (Gillij, una de las referentes del equipo) me planteó la idea de comenzar a realizar acciones solidarias. Queremos que el club no se destaque solamente por lo deportivo. Cuando surgió esta posibilidad, que fue una idea entre amigas, lo primero que se me vino a la cabeza fue meter en esta movida a Máquina”, subrayó Eva. La propuesta fue tirada sobre la mesa con varias semanas de anticipación. La aceptación de sus compañeras de equipo fue unánime
“Cuando anuncié la idea todas se prendieron. Todas colaboraron con esta movida. Quienes no pudieron venir hoy colaboraron toda la semana recolectando donaciones”, afirmó. La actividad debió postergarse en un principio. Habíamos tirado una fecha, pero la reprogramamos porque ese día los chicos de la UER y de Tilcara organizaron una paella gigante y no queríamos cruzarnos. A su vez nos dio tiempo para comenzar a reunir las cosas. Surgieron las donaciones. De hecho conseguimos más de lo que necesitábamos”, agradeció.
Eva resaltó el compromiso de amigos, familiares y habituales adversarios en los encuentros deportivos para colaborar con donaciones y para promocionar este acontecimiento. “Hubo varios comercios y despensas de barrios que nos dieron sus donaciones. También recibimos ayuda de gente cercana. Hicimos difusión en redes y eso fue lo que llevó a que la familia y los amigos nos ayuden. Los demás equipos de futsal nos dieron una ayuda al viralizar la movida y las chicas del Pingüi se juntaron en grupos y nos dieron una donación. Quedé sorprendida y estoy chocha”, mencionó Cacciabué, entre risas. Los nervios se transformaron en felicidad plena. La satisfacción por extender la mano a quienes la necesitan motivó a prolongar las acciones solidarias. “Con la materia prima que nos sobró estaremos realizando otra actividad. Le vamos a meter para adelante. Ya estamos pensando en qué barrio ayudar para proyectar la próxima jornada”, aseveró Eva.