Miércoles 11 de Marzo de 2020
A pesar del crecimiento poblacional, el sector carece de servicios básicos de una urbanización decente. Faltan luminarias, los pastizales alcanzan el metro y medio, los accesos son intransitables, no entra el transporte y la gente debe arriesgarse a caminar en zonas inhóspitas, hay terrenos abandonados que son guarida de delincuentes, llenos de aljibes y pozos que con cada sospecha de delito son inspeccionados.
Las vecinales deben suplir esta falta de servicios cortando ellos mismos los pastizales, regando las calles y arreglando las farolas como pueden. Mientras tanto envían notas y más notas a un Municipio que no los escucha, que no los tiene entre sus prioridades.
En los días de búsqueda que duró la búsqueda de Fátima Acevedo en la zona de calle Gobernador Tibiletti y Doctor Martínez, hasta los mismos efectivos policiales hacían mención de lo inhóspito de la zona y del abandono en el que viven estos vecinos. Ni siquiera llegan los colectivos y el tren tiene apeadero a siete cuadras. Para ir a trabajar o llevar sus hijos al colegio, los vecinos tienen que utilizar remises, autos particulares o caminar varias cuadras por descampados. Están aislados.
Zona insegura
Desde la comisión vecinal Rieles del Este enfatizan en la necesidad de contar con vías de acceso en condiciones, mayor iluminación, desmalezado, cuidado de los terrenos privados, servicio de transporte público y también reclaman que todos esos pozos que fueron localizados durante la búsqueda de Fátima Acevedo sean tapados.
Alrededor de las vías del ferrocarril diferentes familias han ocupado terrenos fiscales, algunas de las cuales han sido corridas de otros barrios por problemas de delincuencia. A esto se suma la falta de desmalezado y la escasa iluminación reduce la visibilidad a quienes circulan por lugar y también propicia el ambiente delictivo. Los habitantes del 46 Viviendas tienen un paso casi obligado para salir del barrio o tomar el transporte públicos y, en numerosas ocasiones han sido asaltados con pocas respuestas por parte de la comisaría décimoquinta siempre alega falta de móviles y de personal.
Hechos graves
En octubre de 2017 Matías Segovia fue encontrado sin vida en Miguel David y Caputto, quien fue a comprar droga a la vivienda del barrio Mosconi y en una discusión por falta de pago el transa lo mató al pegarle en la cabeza con la culata de una pistola, ocultó el cuerpo y, 22 días después, lo colgó en un descampado cercano a las ladrillerías, también cercanas al barrio.
En mayo de 2018, en calle Hernandarias al final, muy cerca del barrio, hallaron el cuerpo de Damián Exequiel Sain, un vendedor de perfumes que había desaparecido días antes.
El 24 de enero de 2019 en calle Doctor Martínez, a pocas cuadras del barrio, hallaron el cuerpo sin vida de Jésica Benavidez, una mujer trans de 36 años.
El 8 de marzo de 2020, mientras realizaban tareas de rastrillaje en la zona de Tibiletti y Doctor Martínez hallaron el cuerpo de Fátima Acevedo, la joven desaparecida desde el 1 de marzo en Paraná. Es el mismo sector en que buscaron infructuosamente a Fernanda Aguirre, la niña que el último domingo de julio de 2004 salió de su casa hacia el puesto de flores que su familia tenía frente al cementerio de San Benito, desde ese momento y hasta el día de hoy nada más se supo de ella.
El 11 de marzo de 2020 por la madrugada ocurrió un homicidio en calle Hernandarias y Cortada 777 de Paraná, en cercanías al lugar en donde fue hallado el cuerpo sin vida de Fátima Acevedo tan sólo dos días antes. Si a eso se le suman la cantidad de robos y arrebatos, los vecinos no pueden menos que vivir con miedo.