El gobierno de Israel le otorgó al exgobernador Sergio Urribarri el placet de estilo para desempeñarse como embajador argentino en ese país durante el fin de semana, por lo que ya está habilitado para viajar y asumir el control de la sede diplomática que dejó vacante Mariano Caucino. Ejercerá su rol “en comisión” hasta que el Senado cumpla con la formalidad de avalar su designación. El exmandatario entrerriano asumirá su cargo en el momento de máxima tensión en Medio Oriente, por la escalada de ataques entre EEUU e Irán.
Urribarri ya tiene placet para asumir en la embajada en Israel
Durante los 12 años de las tres gestiones kirchneristas, fue dos veces gobernador, entre 2007 y 2015, y antes había sido intendente de General Campos, diputado provincial y ministro de Gobierno del entonces gobernador Jorge Busti, su mentor político.
En 2015, fue el primero en aceptar la recomendación de Cristina Fernández de darse un “baño de humildad” al deponer su aspiración presidencial y su nombre sonó como eventual compañero de fórmula de Scioli, hasta que resultó desplazado de ese lugar por Carlos Zannini.
Tras acordar la unidad del peronismo con el sector del gobernador Gustavo Bordet, luego de amagar con enfrentarlo en la interna, y del triunfo aplastante del peronismo en la elección provincial de junio de 2019, el nombre de Urribarri se consideraba como muy posible candidato a legislador nacional, lo que finalmente no ocurrió.
El triunfo de Alberto Fernández lo colocó nuevamente en la grilla de posibles integrantes del gabinete nacional, aunque muy pocas veces se especuló con la posibilidad de que se desempeñara como embajador, salvo cuando se especulaba con la titularidad de la representación diplomática argentina en la República Oriental de Uruguay.
Por eso muchos se sorprendieron cuando se supo que Urribarri desempeñaría ese cargo en Israel, a mediados de diciembre. Si bien hubo quienes, especialmente en Juntos por el Cambio, sostuvieron que se trataba de alejarlo del escenario local a raíz de las causas judiciales que afronta el exmandatario provincial; desde el gobierno nacional se dejó trascender que se le había confiado la difícil tarea de reconstruir la relación bilateral que entró en tensión con el kirchnerismo por el Memorándum con Irán, el caso Nisman y la polémica sobre la posibilidad de excluir a Hezbollah del registro de organizaciones terroristas, decisión que finalmente no fue tomada por el canciller Felipe Solá.
No hay antecedentes recientes de un gobernador entrerriano que haya sido también embajador. El excandidato radical a gobernador en 1987, el nogoyaense Ricardo Lafferriere, estuvo al frente de la embajada argentina en España; mientras que su correligionario, el exvicepresidente de la Nación y paranaense Carlos Perette, fue embajador en Uruguay.